Elegir una carrera universitaria: ¿La gran decisión?
Tras concluir la preparatoria, nadie te pide que olvides tus sueños. Sólo te recomendamos que, al momento de elegir una carrera universitaria, analices el mercado profesional, lo que te ayudará a tomar una decisión más informada.
Por ejemplo, si revisas algunos datos del Observatorio Laboral de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), notarás que tres profesiones tienen un alto nivel de ocupación (es decir, los egresados de la materia se dedican a ella):
- Administración de empresas: 67%
- Contabilidad y fiscalización: 81%
- Derecho: 82%
Las cifras, en un primer vistazo, causan una sonrisa. Son carreras que disminuyen el riesgo del desempleo. Sin embargo, según la STPS, dichas profesiones no se ubican entre las 10 mejor pagadas en México; es decir, podrían evitar la desocupación pero no prometen ingresos competitivos, lo que será un problema en el futuro.
La recomendación es que valores tu aspiración profesional tomando en cuenta factores como el nivel de empleo y los ingresos potenciales. En opinión de algunas instancias –la propia STPS, el Instituto Mexicano para la Competitividad y el Foro Económico Mundial–, las carreras con mayor potencial en nuestro país son:
- Química
- Estadística
- Profesiones relacionadas con finanzas, banca y seguros
- Física
- Ingenierías especializadas en desarrollo de software, comunicaciones móviles, sistemas de nube, mecatrónica y tecnología ambiental
- Salud pública y medicina (no médicos generales, sino doctores y cirujanos con alto nivel de especialización).
- Sistemas y soluciones de transporte
Algunas de estas carreras te podrían parecer objetivos difíciles. Quizás la universidad pública de tu localidad no las ofrece (sólo están disponibles en una entidad privada), o piensas que su costo será inaccesible para el presupuesto de tu familia.
Si dichos obstáculos aplican en tu caso, hay otro consejo que vale la pena que escuches. En la industria financiera del país, ya hay opciones de crédito especializadas en educación universitaria. Los mejores de ellos te sorprenderán por su sencillez: no dependen de trámites ni requisitos fastidiosos, son reconocidos por universidades privadas de prestigio y se basan en criterios (plazo y monto fijos) que utilizan otros financiamientos conocidos (hipotecas, autofinanciamiento).
Elegir una carrera es una de las decisiones más importantes que cualquier persona puede enfrentar. Por eso, el único error inadmisible es tomarla a la ligera, sin analizar a fondo todos los factores.