Rosa Parks… el cansancio a obedecer
Por Armando Martínez Leal
La bisagra que rechina
es la que consigue el aceite.
Malcolm X
1955 es el punto de inflexión en la lucha de los derechos civiles en la historia norteamericana. Aquel día Rosa Parks una costurera afroamericana se negó a seguir obedeciendo, hizo rechinar la bisagra del orden existente. Una regla que determinaba que en el estado de Alabama los afroamericanos y los blancos no podían convivir en el mismo espacio. La separación-segregación racial establecía lugares específicos en el transporte público para los afroamericanos, lo mismo que en restaurantes, bebederos, sanitarios… lo público en Alabama estaba determinado por la segregación racial.
El primero de diciembre de 1955, Rosa Parks, la costurera, secretaria de la Asociación Nacional por el Progreso de las Personas de Color (NAACP National Association for the Advancement of Colored People) en Alabama, se cansó de obedecer, se cansó de no ser tratada como humano, se cansó de tener que ceder su asiento, se cansó de la opresión que implicaba vivir bajo el yugo del racismo ario blanco, se cansó de haber soportado una vida de perro.
Franz Kafka es el autor por excelencia sobre la animalización de la condición humana; una mañana Gregorio Samsa despierta siendo un insecto. Las personas de color en los Estados Unidos, pero también en gran parte del globo sufren algún tipo de discriminación por el color de su piel, por su supuesta condición extraña. Gran parte de los humanos son animalizados, su pervivir en el mundo es como el de una bestia. De eso era profundamente consciente Rosa Parks, la afroamericana que dio inicio a la lucha por los derechos civiles en los Estados Unidos, sí fue una mujer, una costurera, una militante política que hizo rechinar las bisagras. El rechinar de Rosa Parks logró que en 1964 se emitiera una ley que prohibía la discriminación.
Sesenta y tres años han pasado del acto de desobediencia civil de Rosa Parks, 63 años de que Rosa Parks sintió aquella determinación que cubrió su cuerpo como un edredón en una noche de invierno. El largo invierno del yugo, de ser tratados como bestias, de obedecer ciegamente la ley de los blancos arios. La rebelión es un acto de solidaridad, es un anteponer mi cansancio y sumarlo a la fatiga colectiva. Un cansancio que se alimenta de agravios, como los trozos de tela que componen los edredones. La rebelión solidaria de Rosa Parks fue la fuerza que cobijó las intensas décadas de lucha por los derechos civiles. A la rebelión de una mujer solidaria, de una costurera de sueños, se le sumó Martin Luther King.
El nombre de la afroamericana Rosa Parks está en la lista de cientos de miles de mujeres que en el siglo XX dieron la lucha para cambiar un orden patriarcal, donde los varones ejercen automáticamente el poder, un poder que por derecho divino las obliga a estar entre trastos, la escoba y el recogedor. Un poder que cuando las mujeres se atreven a asomar la mirada fuera de ese orden las oprime al extremo de asesinarlas brutalmente. La gran revolución cultural, social y económica de la centuria pasada fue la que dieron las mujeres desde distintas trincheras.
La trinchera laboral, la política por el derecho al voto… la lucha emprendida por las Sufragistas inglesas, encabezadas por Mary Wollstonecraft, Emmeline Pankhurst, Leonora Cohen, Lilian Lenton y Emily Wilding Davison… acompañadas por las mujeres que trabajaban en la industrial textil… por las más pobres, modificó diametralmente el rostro colectivo de la centuria… fregar, guisar, trabajar y parir eran las actividades exclusivas de las mujeres. Hoy dirigen naciones, son diputadas y senadoras, grandes empresarias. La mujer es un sujeto determinante en nuestra existencia colectiva, no sólo por parir hijos, sino porque su visión del mundo ha aportado un orden distinto, en alguna medida más armónico.
Concentración de la cólera, el primero de diciembre de 1955, Rosa Parks, la costurara afroamericana puso en cuestionamiento el orden patriarcal ario, fue su cansancio, su hartazgo, tener que ceder su asiento a un blanco, tener que pagar el pasaje y bajar del autobús para subir por la parte trasera, tener que aguantar ser tratada como bestia. La desobediencia de Rosa Parks unificó solidariamente a los cientos de miles de afroamericanos, una mujer de 42 años, trabajadora… que serena, pero que decididamente trozó el manto del racismo cuando su caso llegó a la Corte Suprema de los Estados Unidos y ésta declaró en 1956, que la segregación en el transporte estaba en contra de la constitución estadounidense.
Rosa Parks este pasado 4 de febrero hubieras cumplido 105 años de vida ¡FELIZ CUMPLEAÑOS! de una solidaria y determinada existencia, cambiaste el orden existente, hiciste rechinar las bisagras, abriste la puerta a nuevos mundos, ventilaste el malestar de tu comunidad, el cansancio de tu presente que sirvió de cobijo a la revuelta. Rosa Parks tu nombre debe estar grabado en la historia de todos nosotros, tu revuelta solidaria debe ser ejemplo para que millones de mujeres en el mundo se atrevan a entretejer nuevos sueños, imaginar mundos distintos.
Las mujeres determinaron la historia del siglo XX, su lucha cotidiana contribuyó a hacer del mundo un lugar diferente, nos dieron futuro cuando dejaron de fregar, guisar, trabajar y parir… Sin embargo, la lucha que inició Rosa Parks contra el racismo y la discriminación hoy tiene un nuevo enemigo… el habitante de la Casa Blanca, el fascista americano, el retrógrada e ignorante empresario que le ha declarado la guerra a los mexicanos, a los distintos.
La lucha que inició Rosa Parks, el primero de diciembre de 1955 hoy tiene nuevas trincheras, la extrema violencia que confrontan millones de mujeres en el mundo. En México en la última década han sido asesinadas 22 428 mujeres. La fantasmagórica numeraria señala que cada 4 horas una mujer es asesinada en México. Las mutilan, asfixian, ahogan, ahorcan, degüellan, queman, apuñalan o balean.
Por las más de 22 000 mujeres asesinadas… es necesario nombrar a Rosa Parks y su lucha, para hacer rechinar las bisagras.