Invirtiendo en el clima

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Invirtiendo en el clima. Cambio climático

Andrea Paniagua Borrego

México es la 15º economía mundial y se prevé que para el 2050 sea la octava más grande del mundo. Esto representa una economía fuerte y una población vibrante. A su vez representa responsabilidades, para cumplir las expectativas de esta población joven -recordemos que la edad promedio en México es de 27 años- y para sostener este crecimiento sin cargarle costos a futuras generaciones. Este crecimiento sostenible, implica también hacer a la economía resistente a los impactos del cambio climático ya que el 71% de la economía mexicana es vulnerable a ello.

El giro de la economía de México hacia una trayectoria resistente al cambio climático es una tarea ambiciosa que requiere una inversión importante, para adaptar la infraestructura existente e implementar nuevas tecnologías y sistemas. El Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático estima que para el 2030 se necesitan USD136 BN (Billones) para que México alcance sus metas y pueda transitar a una economía resistente al cambio climático.

El nivel de inversión actual en infraestructura en México, a 1.6% del PIB, es el más bajo en Latinoamérica y muy inferior al 5% que se recomendó para reducir la brecha de la inversión en infraestructura.

Esto abre innumerables oportunidades para el sector privado. Las inversiones, que pueden ser apalancadas por fondos internacionales o banca de desarrollo, suman ya importantes recursos, multiplicando las inversiones del sector privado.

De acuerdo con el Banco Mundial, las mayores oportunidades de inversión para el sector privado se encuentran en los sectores de:

  • Construcciones Verdes-

    • En este sector las oportunidades van desde materiales, no tóxicos y con una producción baja en emisiones, hasta tecnologías de eficiencia energética. De igual forma, el sector privado puede ser instrumental en la implementación de nuevos sistemas de calefacción, refrigeración y aislamiento de muros, que reduzcan las cuentas de gas y electricidad del sector industrial y residencial y que a la vez limiten las emisiones de carbono de estas construcciones.
  • Bonos Verdes-

    • México fue el primer país de América Latina en emitir bonos verdes en el 2015. Al 2018 se han emitido USD6.1BN en bonos verdes y sostenibles para distintos proyectos en el país. Este mercado se va consolidando y probando positivamente, su impacto económico y medioambiental es importante y torna a este instrumento cada vez más atractivo a inversionistas.
  • Tecnologías Limpias-

    • El uso de tecnologías nuevas para medir la contaminación del aire con un smart phone, ya son posibles y están apoyando los esfuerzos para combatir el cambio climático. Esta tecnología nació en México y como muchas otras promete grandes flujos de inversión para evolucionar a una tecnología que nos ayude a limitar nuestras emisiones.
  • Energías limpias y su cadena de suministro-

    • Las subastas de los proyectos eólicos y solares en nuestro país han probado ser sumamente exitosas. Las grandes inversiones en estas y otras energías limpias -como la geotérmica- abren necesidades y oportunidades en toda su cadena de suministro. Ingenieros y empresas mexicanas pueden prosperar en este mercado de muy rápido crecimiento en México.
  • Transformación de desechos en energía-

    • Finalmente, el Banco Mundial señala la necesidad de innovar e instrumentar más y mejores tecnologías y sistemas para transformar desechos en energía. Los efectos medioambientales positivos de estas tecnologías son significativos y las oportunidades económicas, prometedoras.

México líder en América Latina

México ya demostró su liderazgo global en el trabajo para construir y financiar una economía resistente al clima. Integró sus objetivos de cambio climático en la creación de la política nacional y ha dado pasos importantes para mitigar y gestionar los efectos del cambio climático. Por ejemplo, en 2012 México fue el segundo país en el mundo que introdujo una Ley sobre el Cambio Climático. Este liderazgo se fortaleció al ser el primer país en emitir un bono de catástrofes, a nivel mundial, que es múlticatástrofe y multirregión. Igualmente, fue el primer país en desarrollo en presentar sus Contribuciones Nacionalmente Determinadas para reducir emisiones y este 2018 se lanzó el programa piloto del nuevo mercado de carbono; el primero en América Latina.

México está consciente del riesgo que el cambio climático representa para su economía: cadenas de suministro quebrantadas, inversiones pérdidas potenciales a largo plazo y un sector agrícola paralizado.

Igualmente se empiezan a sentir los costos de una población aquejada en su salud por problemas de aire y agua, por viviendas afectadas por huracanes y sequías, y por poblaciones que deben migrar debido a sectores productivos afectados. Las estimaciones sugieren que las reducciones de emisiones en el sector energético representarán casi un tercio de la reducción requerida total. La descarbonización del sector energético es esencial para hacer realidad las estrategias de bajas emisiones de carbono en otros sectores, particularmente el de transporte. Sin embargo, las oportunidades de inversión y de apoyar los esfuerzos del gobierno son muchas. Siguiendo el liderazgo, emprendimiento e innovación de México, se puede pensar en exportar estas tecnologías, productos y servicios a otros países de América Latina.

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