Enfoque realista del CEO para lograr crecimiento

En medio de volatilidad geopolítica, cambios demográficos significativos y riesgos cibernéticos, los directores generales (CEOs) a nivel global siguen impulsando el crecimiento de sus negocios. Sin embargo, el grado de optimismo que proyectan se combina con una dosis de pragmatismo que demanda mayor esfuerzo para generar estrategias efectivas de crecimiento dentro de las organizaciones.
Los CEOs a nivel global deben adquirir y fortalecer atributos como el ingenio, la apertura al cambio y una mayor disposición a la colaboración, así lo refleja 2018 Global CEO Outlook. Growing pains (Perspectivas globales del CEO 2018. El esfuerzo por crecer), elaborado por KPMG International. Hoy, los tomadores de decisión se ven afectados por una serie de asuntos estratégicos, entre los que se encuentran el regreso al territorialismo, es decir, la materialización de la complejidad geopolítica; el riesgo cibernético; y la disputa por la satisfacción del cliente.

Mayor realismo, clave para crecer

El mercado tiene una inercia hacia el realismo para cumplir los objetivos de negocio: de acuerdo con la encuesta, 92% de los CEOs en México (90% a nivel global) tienen confianza en la perspectiva de crecimiento de su empresa, mientras que 92% confía en el crecimiento de su industria en los próximos tres años (78% a nivel global). No obstante, los líderes empresariales asumen un enfoque más pragmático en cuanto a los ingresos de sus compañías: 82% (55% a nivel global) predice un incremento menor a 2%.
Por otro lado, solo 36% de los CEOs planean incrementar su plantilla laboral más de 6%, lo que representa un 10% menos en comparación con el estudio realizado en 2017. Esto pone de manifiesto que hay un deseo latente y constante por crecer, aunque la cautela prevalece como la mejor alternativa para afrontar tiempos de incertidumbre.

La digitalización es un asunto personal

La “moneda de cambio” actual para que los CEOs adopten la digitalización como nunca antes es la agilidad; por ello, se responsabilizan personalmente de impulsar la transformación y proteger los datos de sus clientes. También se concentran en adaptar su fuerza de trabajo para la era digital. En este sentido, el uso efectivo de la tecnología y las herramientas utilizadas para una mejor seguridad de la información serán cruciales para la toma de decisiones.
De acuerdo con 2018 Global CEO Outlook, 98% de los directores generales en México (71% a nivel global) se consideran listos para encabezar una transformación radical en sus organizaciones, y 92% ve la protección de los datos de sus clientes como una responsabilidad personal crítica (59% a nivel global). Asimismo, 96% espera que la inteligencia artificial (62% a nivel global) genere más empleos de los que eliminará, es decir, creará más y mejores puestos de trabajo.
Por otro lado, el análisis de datos (D&A) es clave para detectar nuevas oportunidades de crecimiento, pero los CEOs aún deben hacer más para adaptarse al cambio: solo 6% de los directivos a nivel local (51% a nivel global) confían más en la exactitud de los análisis predictivos que en los datos históricos, aunque tienen mayor confianza en las redes sociales que en otros canales tradicionales.

El futuro es hoy

Los modelos de negocio no operan como lo hacían cinco, tres o incluso un año debido al impacto de nuevas empresas que identifican la necesidad de entrar en un mundo más colaborativo en medio de riesgos geopolíticos, obligando a las organizaciones a ofrecer productos y servicios que se encuentren en plataformas en línea para cumplir con las expectativas de clientes cada vez más informados y empoderados, así como para crear programas de aceleración o incubación de start-ups, entre otras estrategias.
Hoy se requiere más paciencia y tiempo de lo esperado para ver los resultados de la innovación; sin embargo, para lograr un crecimiento realista, la función del CEO o director general –en México y en el mundo– será fundamental para encabezar la transformación digital por medio del desarrollo de habilidades distintas en una época en que la disrupción tecnológica es una oportunidad única para el entorno empresarial local y global.