Los retos del gobierno en materia de discapacidad
El nuevo gobierno tiene que dejar de lado las políticas asistenciales que a la larga se convierten en grupos clientelares y enfocarse en garantizar los derechos humanos de las personas con discapacidad.- Guillermo Hernández. Secretario técnico de la Coalición México por los Derechos de las Personas con Discapacidad.
LA COAMEX se conformó desde 2009 como red de redes con el objetivo de promover el enfoque de derechos humanos de las personas con discapacidad luego de que, en 2006, se aprobó en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. La Convención marcó un parteaguas en el paradigma sobre cómo se ven y abordan las problemáticas de las personas con discapacidad. Es decir, antes de que la ONU planteara el enfoque de derechos humanos, había un paradigma médico cuyo propósito era la rehabilitación de las personas con discapacidad.
Esta comisión planteo cuatro retos importantes para el próximo gobierno:
- Hay un especial desafío en tener información estadística y desagregada. Es fundamental tener datos confiables.
- Cumplir con los acuerdos internacionales a los que se comprometió México desde que se firmaron los objetivos del milenio y la agenda global al año 2030. El cumplimiento de estas metas se lleva en Presidencia de la República, lo cual es una ventaja porque el nuevo gobierno deberá alinear sus planes a los compromisos internacionales.
- La transversalidad. La política transversal cruza toda la agenda del gobierno —desde las adquisiciones. Es decir, el gobierno debe garantizar que todos los productos y proveedores que contrate sean accesibles —hasta la educación, por poner un ejemplo. Esto implica que debe haber políticas para incluir a las personas con discapacidad desde las estancias infantiles hasta la universidad y los posgrados. Normalmente se nutren los esfuerzos en la educación básica pero, en secundaria, empiezan a caer los ingresos y del bachillerato en adelante la caída se va en picada. No hay una política transversal de todo el sistema educativo, no hay programas que incluyan transporte accesible, versiones de lectura fácil, pictogramas.
- La interseccionalidad. Aquí hablamos de que la discapacidad está en los diferentes grupos de la población. Si se piensa en una niña indígena con discapacidad, esta combinación nos habla de esta intersección. Hay derechos vulnerados por ser mujer, por ser indígena, por tener una discapacidad, por —seguramente— vivir en situación de pobreza. Esta mujer es muy probable que no estudie, que se quede en casa, que no salga, quizá no habla castellano; entonces, ¿qué habilidades podría desarrollar en la comunidad? La interseccionalidad obliga a considerar los contextos locales y municipales, así como a plantear políticas diferenciadas. Se tiene que pensar en personas con discapacidad migrantes, de la comunidad LGBTTTI, etcétera; y a cada una de estas poblaciones dentro de sus contextos específicos. No es lo mismo una persona sorda que con autismo; no es lo mismo que viva en Monterrey a que viva en la Huasteca.
La discapacidad es un tema que nos concierne a todos. Se puede presentar en cualquier momento de la vida, de manera congénita, por un accidente, a través de un familiar o conocido. También debemos contemplar que la pirámide poblacional se está revirtiendo y vamos a ser un país con una gran población de adultos mayores, a quienes se les deberá atender la pérdida de visión, la movilidad. Y cuando se crean políticas públicas que benefician a los adultos mayores, eso también repercute positivamente hacia las personas que están a su alrededor, al personal de salud, al de las escuelas. Lo mismo sucede si se crean políticas públicas para cualquier discapacidad.
Fuente: Newsweek México.
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