Revolución del trabajo en la era de la transformación tecnológica
Es innegable que el mundo laboral está sufriendo serias modificaciones con los avances tecnológicos, robots e inteligencia artificial, y que hoy en día ya no son hipótesis futuristas, sino que se trata de realidades concretas. Es probable que muchos de los cambios que ya se están originando por la evolución de la tecnología en el mundo laboral todavía no sean percibidos por el común de la gente, pero la realidad es que los modelos de automatización son crecientemente solicitados por las distintas industrias por las cualidades que ofrecen en términos de costo, tiempo y productividad.
Es cierto que las nuevas tecnologías reemplazarán y transformarán el trabajo que hoy es realizado por personas, cuestionar esto sería poco realista e ir en contra de lo que ha demostrado la historia. Pero el punto es que, si bien los trabajos más susceptibles de ser reemplazados por tecnología son aquellos de tipo repetitivo y de menor complejidad, fáciles de ser automatizados por su característica rutinaria y predecible, el impacto también se verá en aquellos con mayor grado de complejidad, análisis y creatividad. Esto se debe a que la digitalización de los procesos afectará la forma de hacer las cosas tal cual hoy las conocemos, la inteligencia artificial, a su vez, le agrega la posibilidad de aprender mientras opera, de procesar gran cantidad de información en muy corto tiempo y de realizar predicciones con cada vez mayor grado de certeza.
La creación de nuevas líneas de negocio y herramientas necesitarán también de nuevos operadores con otras habilidades. Cobrarán relevancia figuras que serán los nexos entre la tecnología y las personas, indispensables para entrenar, articular y para adaptar las mejoras y eficiencias tecnológicas a las realidades del negocio. Acá es donde será relevante la intervención de la fuerza de trabajo humana, ya que será necesario complementar estas tecnologías con altas dosis de creatividad, empatía y liderazgo. El complemento entre lo humano y lo digital será el factor más importante para plasmar en resultados concretos y soluciones de los nuevos trabajos futuros.
Un factor muy importante de la tecnología es que es inclusiva y democrática, puede ser desarrollada y operada tanto por hombres como por mujeres, los límites de edad se desdibujan, y lo fundamental resulta siendo el espíritu colaborativo en estos nuevos escenarios.
Las legislaciones y los marcos regulatorios laborales basados en conceptos como presentismo, horarios y lugar de trabajo quedarán obsoletos y deberán ser actualizados a una realidad que se dará de facto. Los convenios colectivos deberán ser renovados y evolucionar hacia otras formas de regulación y de protección del trabajador, en un ecosistema de trabajo con características más líquidas y que no reconocerá fronteras, sexo ni horarios.
Será importante irse preparando para estos cambios, acercarnos a las nuevas tecnologías. El juego vuelve a cambiar algunas de las reglas pero persiguiendo los mismos objetivos, es importante que los jugadores sigamos de cerca estos avances para decidir qué rol queremos ocupar en el futuro.