Ayuda al planeta: dale una segunda vida a tu smartphone
Las constantes innovaciones de los smartphones han provocado una gran oferta, como consecuencia ha acortado el ciclo natural de uso de los dispositivos que los usuarios le dan a éstos, gracias al consumo excesivo: un celular no se deja de usar porque no sea funcional, sino porque no es el modelo más reciente.
La penetración de los smartphones va en ascenso en todo el mundo y el exceso de dispositivos móviles podría tener efectos secundarios en el planeta, ya que éstos son creados con diversos materiales químicos. De acuerdo a la consultora Trend Force, en el 2017 se superaron los mil millones en ventas y se espera que para este año sean 1.498 millones de celulares vendidos.
En todo el mundo, diversas entidades se han propuesto a través de diferentes acciones, aumentar la conciencia de los beneficios ambientales del comercio de segunda mano y lograr un consumo responsable; sólo así se podrá reducir sustancialmente la generación de desechos a través de la prevención, reducción, reciclaje y reutilización.
Schibsted Media Group, grupo al que pertenece Segundamano, en colaboración con el Instituto Sueco para el Medio Ambiente (IVL), realizaron el estudio “Second Hand Effect” en 10 países, incluyendo México, donde se analizó el impacto que tendría el planeta si en lugar de deshacerse de diversos artículos, como celulares, cuando ya no se quieran, se les pudiera dar una segunda vida, es decir, brindarlos a otros usuarios que puedan utilizarlos hasta que sean inservibles.
Por la construcción, la distribución, el uso y el deshecho de un smartphone se producen 74 kg de CO2, de los cuales el 60% pertenecen solo a su fabricación. Cada fase suma a la generación de dióxido de carbono, que en exceso forma gases de efecto invernadero y, por ende, se convierte en un factor clave para el aumento del cambio climático.
Ciclo de vida de un smartphone
Fase 1: extracción de materiales = 7 kg de CO2
Generación de energía que se utiliza para las excavaciones de las minas donde se sustraen diversos materiales con los que se crean los dispositivos: aluminio (la carcasa), aceite (detalles de plástico) y oro (componentes electrónicos), además de las máquinas que transforman los minerales y metales para obtener los componentes finales.
Fase 2: Creación del dispositivo móvil = 45 kg de CO2
El combustible que se utiliza para transportar los diversos componentes para manufacturar, adicional, a la energía que se necesita par a la creación del teléfono.
Fase 3: Distribución = 7 kg de CO2
Cuando los smartphones son ensamblados y distribuidos a los puntos de venta, las emisiones que se producen mediante los transportes (coche, avión o tren) que son empleados para llegar a su destino final, que en muchas ocasiones deben cruzar los continentes.
Fase 4: Uso del dispositivo = 14 kg de CO2
Una vez que llega el producto al usuario final, los gadgets comienzan con un uso 24/7 por lo general, por lo que necesitan de energía eléctrica para ser recargados, esta fase es una de las que más provoca emisiones de CO2.
Fase 5: eliminar los desechos = 1 kg CO2
Gestión de residuos: las emisiones de este último escenario son por desarmar el móvil y la separación de componentes que también requieren de grandes cantidades de energía.
Si se suman las emisiones de CO2 que son producidas por el ciclo de vida de un smartphone y se multiplica por todos los que hay en el mundo, se puede tener una idea clara de los efectos secundarios que pueden existir en un futuro.
Si bien, la adquisición de dispositivos móviles no disminuirá, lo que se sí se puede hacer es tener un consumo responsable. De hecho, durante el 2017 los usuarios de segundamano.mx generaron un ahorro potencial de 49,303 toneladas de CO2 en México gracias a las transacciones que realizaron en la plataforma en la categoría cómputo y electrónicos, es decir, dieron una segunda vida a diversos artículos a través de la compra-venta de éstos, incluyendo smartphones.