La Costeña® te comparte algunos datos sobre este material para que puedas tener más información y tomes mejores decisiones en tu día a día
La interacción diaria que tenemos con ciertos productos genera un impacto ambiental y social, es por eso que, el estar informados y conscientes de todo el proceso que conllevan la elaboración de un producto, desde su composición, vida útil, si son viables para un segundo uso o si tienen un proceso de reciclaje, es muy importante.
Es por eso que a continuación te compartimos algunas de las ventajas que tiene uno de los materiales que más podemos encontrar a la hora hacer “nuestro super”: las latas.
Composición
- El aluminio es un metal, duro, ligero, consistente y duradero. Durante los últimos años, las latas han sido el sistema de protección de productos más fuerte y amigables con el medio ambiente. Por ejemplo, ¿tu sabías que La Costeña® fabrica sus propias latas? La innovación y tecnología que utilizan hace que sus latas sean 100% biodegradables y conserven por más tiempo los nutrientes de los alimentos, al tener un recubrimiento que permite que si la lata se llega a golpear o se abolla, no se rompa, evitando así que el metal entre en contacto con el alimento, es por ello que, ¡una lata abollada de La Costeña® no representa ningún daño para la salud o el medio ambiente!
Proceso de reciclado
- El aluminio es un material que se puede recuperar casi en un 100%. Puede reciclarse indefinidas veces sin que pierda calidad por lo que su reciclado es una actividad muy importante para conseguir ahorro de nuestros recursos naturales y energía. Las latas se reutilizan por miles de millones cada año y sin fecha límite. Hoy en día, 72% del aluminio que alguna vez se produjo en el mundo continúa en uso.
Vida útil
- Las latas tienen la ventaja de que además del reciclaje en su totalidad, también les puedes dar un segundo uso y utilizarlas como objetos de decoración, una lata puede ser un portalápiz, una lámpara o bien lo que tu imaginación te permita.
Ahora ya tienes más elementos para poder sentirte tranquilo y confiar en que cuando consumes un producto enlatado, estás cuidando al planeta. Recuerda que lo principal es que podamos reciclar las cosas y darles un segundo uso para así generar un mejor impacto para todos.
