Migración primer acuerdo mundial para que sea segura y ordenada
Más de 150 países aprobaron el lunes 10 de diciembre 2018 en Marrakech, por aclamación, el Pacto Mundial sobre Migración Segura, Ordenada y Regular
El pacto mundial sobre migración será el primer acuerdo intergubernamental, negociado bajo el auspicio de las Naciones Unidas, cuyo objetivo es cubrir todas las dimensiones de la migración internacional de una manera completa y holística.
En la Declaración de Nueva York sobre Refugiados y Migrantes, adoptada en septiembre de 2016, la Asamblea General decidió desarrollar un pacto mundial para establecer una migración segura, ordenada y regular. El proceso para desarrollar este pacto mundial sobre migración empezó en abril de 2017.
Este pacto mundial es una oportunidad para mejorar la gobernabilidad de la migración y afrontar los desafíos asociados con la migración actual, así como para reforzar la contribución de los migrantes y la migración al desarrollo sostenible.
Durante un acto histórico que el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, calificó como una “hoja de ruta para prevenir el sufrimiento y el caos” estos 150 países aprobaron este texto que representa el primer acuerdo global para cooperar entre países, aprovechar los beneficios de los procesos migratorios, colaborar para mitigar los problemas que causan y proteger a los inmigrantes indocumentados.
Según la ONU, hoy en día hay más de 258 m illones d e migrantes en todo el mundo que viven fuera de su país de nacimiento.
Durante su intervención, Guterres reiteró que el pacto “no es un tratado” y “no es jurídicamente vinculante, y que cada Estado es soberano para determinar sus propias políticas migratorias y de control de fronteras, en conformidad con el derecho internacional. Aseguró que el pacto proporcionará una plataforma para “acciones humanas, sensatas y mutuamente beneficiosas” que se apoyen en dos ideas simples.
“En primer lugar, la migración siempre ha estado con nosotros, pero debe ser administrada y segura; y en segundo, las políticas nacionales tienen muchas más probabilidades de tener éxito con la cooperación internacional”.
Durante la Conferencia Intergubernamental de las Naciones Unidas, Guterres lamentó que algunos Estados no hayan adoptado el pacto, si bien expresó su deseo de que en el futuro se sumen.
Países sobre todo receptores de inmigrantes, como Austria, Suiza, Hungría, Polonia, Bulgaria, Italia, República Checa, Eslovaquia, Estonia, Australia, República Dominicana, Chile e Israel también se han desmarcado del pacto.
El pacto se estructura en torno a 23 objetivos destinados a hacer la migración más segura como evitar la separación de familias, combatir la trata de personas, reconocer el derecho de los migrantes irregulares a acceder a los sistemas de salud y educación de su país de acogida y usar la detención siempre como última opción.
Estados Unidos no participó en el pacto mundial sobre la migración, diciendo que socava la soberanía de la nación. Chile tampoco se sumó al pacto migratorio pues de acuerdo con su presidente contradice algunos de los principios y objetivos de su política de migración, ordenada, segura y regular que ya están aplicando. República Dominicana tampoco se sumó esgrimiendo el factor de la soberanía y el control de sus propias fronteras pues el pacto “crearía compromisos internacionales” que limitarían la capacidad del Estado dominicano de responder a situaciones fronterizas resultado de las “condiciones estructurales y los procesos políticos y sociales que se viven en el país vecino (Haití)”.
Hoy día, cerca del 14% de la población de Estados Unidos nació en el extranjero. En 2017, el 27% de los residentes estadounidenses nacidos en el extranjero eran de México. Un 17% viene de otros países de América Latina, incluyendo El Salvador y Cuba. Casi uno de cada tres inmigrantes en EE. UU. es en la actualidad de algún país asiático. La mayor proporción es de India y China (6,5% y 4,7% respectivamente). Uno de cada 10 inmigrantes era de Europa, comparado con nueve de cada 10 en 1910.
Dar la ciudadanía a muchos inmigrantes no autorizados y permitir la inmigración elevaría el crecimiento del producto interno bruto (PIB) – el valor total de bienes y servicios producidos- en un 0.33% en la próxima década, de acuerdo con la Oficina de Presupuesto del Congreso de EE. UU.