En opinión de Alonso Castellot

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Democratiza el acceso y las oportunidades en el mercado, es inclusivo por naturaleza y nos trata exactamente igual, con la misma dignidad a todas las personas.

Quiero iniciar estas líneas agradeciendo los muchos comentarios, reflexiones y muy gratas conversaciones relacionados a este ejercicio para encontrar el ingrediente responsable en las principales tendencias de la Cuarta Revolución Industrial que, sin duda y como ningún otro cambio disruptivo que haya vivido la producción industrial y la generación de riqueza, tanto las personas directamente relacionadas a las empresas, como el medio ambiente y la sociedad en general tienen un papel muy claro que no podemos dejar de lado en el rediseño de los modelos de negocio.

Ya en mis 3 colaboraciones anteriores profundizamos, primero, en el diseño de los modelos de negocios disruptivos a partir de la digitalización de las relaciones humanas; segundo, en la gestión y automatización de procesos mecánicos por medio de inteligencia artificial y uso de robots; y tercero, en la desaparición de carreras y distancias, permitiendo a las personas una nueva gestión individual del tiempo y el espacio.

La cuarta de las grandes tendencias de esta revolución industrial es la transformación radical de los canales de distribución y venta, surgiendo con fuerza fenómenos como el comercio electrónico y la transformación de la intermediación. En muchos productos vemos cómo paulatinamente se reduce la intermediación, permitiendo hacer el negocio directamente entre el fabricante y el consumidor final o con la participación de solo un intermediario que a su vez es el proveedor de la plataforma de encuentro entre oferta y demanda. Una de las características de esta tendencia, es que coadyuva a la comunicación entre clientes y proveedores; por primera vez en la historia podemos comunicarnos directamente con la alta dirección de la empresa fabricante y expresar nuestro sentir, así como también el proveedor comunicarnos mucho más allá de lo que a la transacción se refiere.

Ya es una realidad que el cliente final pueda entrar directamente a un portal de Nike y diseñar sus propios tenis, logrando un nivel de individualización de la producción masiva jamás soñado, sin intermediarios entre la planta en Malasia y quien se pondrá los tenis días más tarde.

Tenemos también los casos de Amazon o Alibaba que la intermediación se reduce a facilitar el contacto entre el cliente final y un grupo de posibles vendedores, otorgando los recursos para que el comprador tome la mejor decisión y efectuar su operación de modo seguro.

La reducción en la intermediación y el comercio electrónico hacen alcanzables muchos bienes y servicios a grandes grupos de consumidores, no solo por el mejor precio, también por la accesibilidad al producto, aun cuando la producción sea reducida, desde Tijuana se pueden mostrar los productos a posibles consumidores de Guadalajara, Veracruz o Mérida. Dicho en una perspectiva de sistema, democratiza el acceso y las oportunidades en el mercado, es inclusivo por naturaleza y nos trata exactamente igual, con la misma dignidad a todas las personas.

Tales oportunidades se extienden a la producción misma, hasta hace unos años el diseño de un producto se limitaba a los recursos existentes en su entorno de negocios, hoy fácilmente podemos pactar con un proveedor de circuitos integrados en Budapest, integrar el componente a la tarjeta en Bangalore y armar el dispositivo en León para montarlo en vehículos que se fabrican en Aguascalientes.

Para la próxima entrega analizaremos a quinta tendencia, que es la gestión y aprovechamiento de las fuentes poderosas de datos, también conocido como Big Data y si usted, respetable lector, tiene algún comentario, le recuerdo mi correo electrónico [email protected]

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