Brie Larson, heroína dentro y fuera de la pantalla
Brie Larson no puede dejar de admirar su físico. “Mira qué musculatura. Y esa postura diciendo aquí estoy yo”, detalla su estilo a modo de presentación. Esta californiana de 29 años no es la narcisista egocéntrica que parece retratar sus palabras. Porque no habla de ella misma sino de su alter-ego en la pantalla, la Capitana Marvel que le devuelve la mirada desde un póster a tamaño real que tiene frente a ella mientras conversa con este periódico. Lo que no esconde es el orgullo de protagonizar la primera película de Marvel con una mujer al frente, un estreno que tras amasar más de 500 millones de dólares en la taquilla mundial se ha colocado entre los seis más taquilleros de la historia.
El dinero es lo que menos le preocupa a Larson. Al fin y al cabo se dio a conocer con La habitación, película por la que ganó el Oscar a la mejor actriz y que tenía un presupuesto irrisorio. Lo que convenció a Brie para ponerse al frente de esta franquicia fue el impacto que tendría su personaje en las nuevas generaciones. El mismo que busca con algunas de las inspiradoras frases que cuelga la actriz desde su cuenta de Instagram, que siguen 3,1 millones de personas: “No dejes que nadie te robe tu imaginación, tu creatividad o tu propia curiosidad. Es tu vida”.
Larson siempre ha sido una mujer entre mujeres y lo único que ha cambiado Capitana Marvel es que le ha dado un podio para hacerse oír. “Un papel así viene con estos privilegios”, admite sonriente. Privilegios como exigir una contratación donde las minorías tengan una presencia equiparable a la del patriarcado blanco que domina en Hollywood. O forzar a una mayor inclusión de periodistas mujeres o de minorías étnicas durante la campaña promocional. O, simplemente, mostrar lo que las mujeres son capaces de hacer en la alfombra roja. “Intento que al menos el 50 % de lo que visto esté diseñado por mujeres”, subraya. También es parte del “reto del 4%”, esa otra iniciativa que insta a la industria a trabajar más con mujeres realizadoras dado que el porcentaje es desolador. Solo un 4% de los 1.200 filmes más taquilleros entre 2008 a 2017 fueron dirigidos por mujeres. Y por supuesto está la presencia de Brie desde el primer día en el movimiento Time’s Up. “¿Que si queda mucho por hacer? Claro. Pero estoy orgullosa de cada uno de los pasos que estamos dando”, admite.
Si Larson ha encontrado en Capitana Marvel el megáfono para hacerse oír, en su día a día nada le gustaría más que desaparecer de la vista de todos. “No me conozco ni yo así que tampoco espero que me entiendan los demás”, afirma huidiza en todo lo que se refiere a su vida personal. En diferentes encuentros con la prensa ha confesado que las mayores influencias en su vida, las que hicieron de ella la mujer que es hoy, son en primer y principal lugar, su madre. Luego las Spice Girls con cuya música creció y, por último, los cómics de Sailor Moon y de Wonder Woman. No se avergüenza al reconocer que Capitana Marvel nunca estuvo en su radar hasta que le propusieron el trabajo. Tampoco hay celos profesionales. Al contrario, Larson ha sabido cultivar en estos años una hermandad de mujeres orgullosas todas ellas de los logros de sus compañeras. “Estoy tan contenta por ti, mi hermana”, le dijo en las redes sociales Gal Gadot, la actual Wonder Woman. “Me has dejado impresionada y llena de orgullo”, la aplaudió Anne Hathaway también en la red. Por mensaje privado Brie recibió el mejor consejo de su carrera de su también amiga Jennifer Lawrence. Fue tras recibir el Oscar, un momento estelar que sin embargo Brie vivió sintiéndose casi ingrata porque la estatuilla nunca había sido su meta. Lawrence fue quien le dijo que ese sentimiento era normal y que aceptara el Oscar “como una titulación”, como quien se gradúa de un curso.
Entonces Larson le dedicó la estatuilla a “su verdadero compañero” ese al que en otras ocasiones definió como “la otra parte de su ecuación”. Hablaba del cantante Alex Greenwald, de los Phantom Planet. Se conocieron hace seis años y para 2016 Larson enseñaba su anillo de compromiso por donde iba. Las cosas han cambiado. La pareja anunció este año que habían roto su compromiso de boda y la ausencia de ambos en sus respectivas cuentas de Instagram hace pensar que se ha perdido algo más que un anillo. Pero la actriz no suelta prenda. “El libro de mi vida se va reescribiendo a medida que voy llenando las páginas”, comenta misteriosa.
En uno de esos capítulos imaginarios seguro está reservado a la visión que tiene de sí misma, un alma tímida y retraída que se vino arriba gracias a la interpretación. Un descripción difícil de compaginar con su descripción con esa niña de cuatro años que se paseaba por su casa disfrazada del conejito de Energizer. O con la joven precoz que a los seis años fue admitida en el conservatorio dramático de San Francisco, siendo la estudiante de menor edad en conseguirlo. Pero como afirma, en la interpretación es donde lo encuentra todo, su voz, su musculatura, el ancla que pone sus pies en el suelo. “Lo significa todo para mi”, admite a este periódico convencida de que el éxito de Capitana Marvel puede ir aún más lejos, con esa otra versión de los Vengadores que tanto le gustaría ver en pantalla con un reparto lleno de mujeres como Scarlett Johansson (Black Widow), Zoe Saldaña (Gamora), Pom Klementieff (Mantis), Tessaa Thompson (Vaalkyrie) y Karen Gillam (Nebula). “Sé que es una película pero también sé que nos permite hablar a escala mundial de la complejidad de ser mujer”, resume empoderada.
Fuente: El País