El dulce cambio climático
Por Rodrigo Kambayashi
- El cambio climático tiene causas diversas en diferentes regiones del mundo.
- Está íntimamente ligado a otros sistemas humanos tales como los sociales, económicos y políticos.
- El agua es un recurso elemental de la preservación de ecosistemas clave.
- La disponibilidad de agua está ligada no solo al consumo sino también a su saneamiento.
- Nuestros productos favoritos no solo consumen agua en su proceso y contaminan con sus empaques, sino que también la contaminan de manera irreversible gracias al tratamiento de sus componentes principales.
El cambio climático es un concepto dinámico complejo y no es un síntoma estático por igual en todos lados. Tampoco responde a causas únicas, sino que varía en función de las características políticas y sociales de las diferentes regiones del mundo. El cambio climático puede definirse como el resultado de una serie de sistemas humanos en constante interacción que acelera artificialmente la temperatura ambiental. Factor clave de la vida en el planeta. El cambio climático está ligado al estilo de vida de las poblaciones, incluidas las crisis sociales. Las características de las causas de este cambio climático cambian drásticamente en función de su ubicación geográfica en el mundo.
Una de las fuentes más completas en el tema del medio ambiente a nivel mundial es el GEO de la ONU:
“Global Environmental Outlook”, en el 2016 se lanzó la sexta versión y la cuarta edición para América Latina1. Una de las grandes virtudes de este reporte es precisamente cómo entrelazan los hechos socio económicos y políticos con el medio ambiente en todo el mundo para establecer prioridades. El proceso de tratamiento de información es también impresionante, robusto y certero.
EN LAS PRIMERAS PÁGINAS DEL REPORTE Y A PESAR DE LA COMPLEJIDAD DEL TEMA, LLAMA LA ATENCIÓN LAS PRIORIDADES “SIMPLES” A TRATAR POR REGIÓN:
NORTEAMÉRICA:
La urgente reducción del uso de gases de efecto invernadero y la urgente transición energética. Además del aumento poblacional, las emisiones de CO2 per cápita han aumentado 11.5 % en los últimos 50 años. Más personas utilizan más coches. Esta región concentra el 25 % de coches del mundo a pesar de que sólo concentra alrededor del 5 % la población mundial.
EUROPA:
Continuar con los programas de uso eficientes de recursos bajos en carbón y adaptación al cambio climático, así como el aumento de recursos en salud pública, misma que se refleja posteriormente en esfuerzos cotidianos de la población para reducir impactos negativos en el medio ambiente.
ÁFRICA:
Manejo y uso de suelo, no permite el avance económico democrático. En los últimos 50 años, la superficie total de suelo arable aumentó 53 % pero el suelo arable per cápita disminuyó en 59 %. Esta concentración explica las grandes diferencias sociales. Los más afectados están limitados en la participación contra el cambio climático, pues están enfocados en sus necesidades primarias.
ASIA OCCIDENTAL:
Paz y seguridad como antecedentes del medio ambiente. ASIA PACÍFICO: Creciente vulnerabilidad a desastres naturales. Entre 1990 y 2014 fueron afectados 4 500 millones de personas.
PARA AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE:
El manejo sostenible de recursos biológicos. A pesar de que nuestra región posee entre el 60 % y el 70 % de todas las formas de vida en la Tierra, recibe el 30 % de las precipitaciones del mundo y posee aproximadamente el 30 % de los recursos hídricos renovables del mundo, solo el 20 % de la región está protegida por algún tipo de leyes. De ese porcentaje representativo, aún se desconoce qué porcentaje es realmente monitoreado y protegido activamente. Los crímenes ambientales son un mercado atractivo que implica una inversión inicial relativamente baja, así como un riesgo menor.
El reporte básicamente expone cómo en una población que no tiene acceso a un mínimo de estabilidad general, la posibilidad de una toma de conciencia más activa en términos ecológicos es mínima. El ser humano tiene necesidades básicas individuales que efectuar, donde la supervivencia de la familia se convierte en la prioridad antes de cualquier otra cosa.
Sobrevivir a las crisis humanitarias como desastres naturales, así como buscar un ambiente de paz, una infraestructura de salud aceptable y estabilidad económica mínima que garantice un trabajo pagado, son prioridades básicas antes que la conservación del medio ambiente, así como un eventual rol activo frente al cambio climático. Una vez estas prioridades son satisfechas, las personas dependen de otros procesos complicados de educación para despertar esa consciencia no individualista de corto plazo para después depender de los medios y la infraestructura para llevarla a cabo.
El Caso Totoaba, especie marítima en peligro de extinción del mar de Cortés, cuyas vejigas también son conocidas como “cocaína acuática” con altísima demanda en China donde los consumidores les atribuyen propiedades medicinales y afrodisiacas.
“Se estima que el kilogramo de buche de totoaba puede llegar a costar en México unos 8 mil dólares, en Estados Unidos unos 16 mil y en Asia alrededor de 60 mil dólares”.( Montero, 2017).
Del 2015 al 2017, la PGR informa que han sido condenadas solo 29 personas con prisión por delitos asociados a la totoaba.
EL AGUA COMO PUNTO DE REFLEXIÓN
Además de problemas graves como la pesca y la tala ilegal, la contaminación por el turismo desaforado, el manejo sostenible de recursos biológicos en nuestra región se asocia a dos temas claves relacionados con el agua: La reducción de la disponibilidad del agua relacionada intrínsecamente a los temas de salud, así como los cambios en la productividad agrícola. Estas a su vez, están ligadas a los niveles de consumo y a la reutilización del agua.
El incremento irracional del uso del agua per cápita en México ha aumentado 7 veces más que hace 60 años: en 1955, cada mexicano consumía alrededor de 40 litros al día; se calcula que en 2012 el consumo aumentó a 280 litros por persona al día. Asimismo, si calculamos que la población mexicana ha crecido 4 veces más ¡en realidad hoy se utiliza 28 veces más agua que hace 60 años!
Los sistemas de reciclaje del agua han aumentado pero la contaminación industrial que impide el correcto tratamiento del agua se convierte en un punto clave a solucionar. A finales del año 2010, más de 70 % de los cuerpos de agua del país presentaba algún indicio de contaminación (Estadísticas del agua en México, edición 2011). Las cuencas que destacan por sus altos índices de contaminación son la del Lerma-Santiago-Pacífico, la del Balsas y, sobre todas, la del Valle de México.
INDUSTRIA AZUCARERA
Las actividades con mayor volumen de descarga contaminante es la acuacultura seguida por la industria azucarera y la petrolera. Sin embargo es la industria azucarera la que produce la mayor cantidad de materia orgánica contaminante; y la petrolera y química las que producen los contaminantes de mayor impacto ambiental. (CNA, 2009). Al mismo tiempo, la industria azucarera es una industria económica importante. Por lo tanto, protegida, subsidiada y poco criticada. Lejos de ser moderna y eficiente, cuenta además con prácticas poco socioambientales dentro de su cadena de suministro.
México tiene uno de los mayores consumos per cápita de azúcar, 38.5 kilos anuales, por arriba del promedio mundial de 24.3 kilos (FAO, 2018). Su mayor importancia radica en las subindustrias que utilizan el azúcar como elemento clave: Producción de pan dulce y bebidas embotelladas azucaradas, mismos que la mayoría de la población rural consume como fuente principal de alimentación ante la falta de una infraestructura básica. Al margen de las regulaciones de los precios del azúcar, las autoridades nacionales mantienen políticas, directas o indirectas, destinadas a garantizar un mercado que permita la seguridad del suministro a precios moderados para las subindustrias y así desrresponsabilizarse directamente en el corto plazo del acceso al agua y en temas de desnutrición. Un ciclo difícil de romper.
Tal como lo indica el reporte del GEO-6 se requiere un esfuerzo más coordinado entre países para reforzar las políticas efectivas contra el cambio climático.
A su vez estas dependerán del nivel de cooperación transfronteriza entre los países y el despliegue de instrumentos de incentivo económico comunes. Uno de los puntos clave es la coordinación entre actores locales para evitar el crecimiento de industrias de gran impacto, como aquellas que endulzan artificialmente nuestra vida con consecuencias poco mediatizadas.
De continuar así con nuestro tipo de consumo desconscientizado al que estamos acostumbrados, los recursos hídricos serán cada vez más escasos, más contaminados y muchas de las actividades de la región terminarán por agotarse si no se toman las medidas preventivas en todos los niveles. En última instancia, esto incrementará aún más la vulnerabilidad socioeconómica y política de las poblaciones de América Latina.
Digamos que ya no sólo es el uso del agua, sino los productos que consumimos que la contaminan más desde su producción hasta el impacto de los desechos de sus empaques lo que nos ayudará a entender el cambio climático de manera integral.
Seguimos queriendo ignorar el daño que nos hacemos a nosotros mismos al vivir la vida como la estamos viviendo. Seguimos más un estilo de vida por reputación y comodidad, que por salud propia. Y la de nuestros hijos.