Industria turística debe abordar las deficiencias para recuperarse de efectos de COVID-19

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Un nuevo análisis del Foro Económico Mundial revela que algunas de las fortalezas turísticas de Latinoamérica y el Caribe revisten menor importancia que antes para una economía turística competitiva durante la COVID-19.

La aparición y propagación de la pandemia de COVID-19 ha dado un giro a los factores que hacen que el sector de turístico de un país sea competitivo.

 

La capacidad sanitaria y las ofertas de viajes digitales, están cobrando mayor importancia durante la pandemia.

Actualmente, otros, como la apertura internacional, una fortaleza principal de Latinoamérica, son menos importantes.

Antes del brote de COVID-19, la región latinoamericana y caribeña estaba mejorando en cuanto a competitividad turística, pero la mayoría de sus economías seguían situándose por debajo de la media mundial.

Los descensos del turismo brindan a los responsables políticos y líderes empresariales de la región la oportunidad de revisar sus prácticas y políticas turísticas, especialmente en materia de infraestructuras y desarrollo turístico insostenible.

Estos, representan riesgos específicos para la capacidad de recuperación del turismo a largo plazo en la región.

 

La COVID-19 ha tenido graves repercusiones en los viajes y el turismo, donde incluso algunas partes del sector tuvieron que abogar efectivamente por un cierre total de actividades”, dijo Christoph Wolff, Director de Movilidad del Foro Económico Mundial.

 

Teniendo en cuenta que a nivel mundial el turismo representa casi el 10% de los empleos, es importante que los países adopten medidas rigurosas para garantizar que su turismo sea competitivo y esté listo para recuperarse.

 

Desafíos de Latinoamérica

Europa y otros países con recursos sanitarios más abundantes tienen más posibilidades de contener y gestionar los casos de COVID-19 que otros países con recursos sanitarios menos desarrollados, lo que puede acelerar la reapertura segura de su sector turístico.

Por ejemplo, las limitaciones de la capacidad de atención de salud de América Latina y el Caribe pueden visualizarse en los niveles particularmente bajos de camas de hospital, con un 42% menos de camas por cada 10 mil personas que la media mundial.

Del mismo modo, una mayor disponibilidad de TIC permitirá a las empresas turísticas y a sus socios de la cadena de suministro prestar más servicios digitales, una ventaja creciente cuando las interacciones interpersonales se ven limitadas.

Los componentes de la competitividad, como un entorno empresarial y unos mercados laborales favorables también pueden actuar a modo de estímulos del lado de la oferta, generando alivio y acelerando la recuperación.

El Consejo Mundial de Viajes y Turismo estima que la industria de los viajes y el turismo representa el 10,2% del PIB en la región latinoamericana y caribeña.

En algunos países, como Jamaica, el turismo representa un porcentaje mucho mayor del PIB.

La actual recesión está teniendo un efecto importante en las economías que dependen en gran medida del turismo.

 

Perspectivas a largo plazo

Durante la última década el crecimiento de los viajes y el turismo ha superado continuamente el PIB mundial.

Si bien la región se beneficia de la riqueza de sus recursos naturales y de las mejoras de la apertura internacional, siguen existiendo numerosos obstáculos, entre ellos unas condiciones empresariales, de seguridad y protección desfavorables, brechas en materia de salud e higiene, infraestructura subdesarrollada y problemas ambientales.

Los países de Latinoamérica y el Caribe pueden dedicar este tiempo a revisar sus proyectos de promoción turística y forjar un sector mejor en el futuro.

Por ejemplo, existen oportunidades dentro de su brecha de infraestructura.

Unas buenas comunicaciones aéreas son cruciales para la competitividad de los viajes en Latinoamérica, especialmente teniendo en cuenta lo abrupta que es la región.

El confinamiento causado por la pandemia ha ralentizado aún más los proyectos infraestructurales, pero también brindan una oportunidad a los países de la región para revisar sus proyectos en desarrollo y focalizar su atención en las áreas más críticas.

La construcción de infraestructuras para un mejor equilibrio entre el turismo y la demanda local revestirá especial importancia.

 

El turismo requiere la colaboración entre los sectores público y privado

Además, las partes interesadas deben reconocer la necesidad de considerar la sostenibilidad ambiental y socioeconómica en su toma de decisiones.

Las estrategias que se centran únicamente en dar impulso a la demanda turística a corto plazo tienen el potencial de debilitar la capacidad de recuperación a largo plazo de la industria de los viajes y el turismo.

Al optimizar su competitividad turística, los países de la región de Latinoamérica y el Caribe pueden contribuir a lograr la supervivencia y recuperación de la industria de los viajes y el turismo, reconstruyéndose todavía con más fuerza de los efectos causados por la COVID-19.

El panorama de la competitividad de los viajes y el turismo en América Latina y el Caribe utiliza las clasificaciones de competitividad y los datos del Ranking de la competitividad de los viajes y el turismo en 2019 del Foro Económico Mundial (TTCR) para situarlos en el contexto de la COVID-19 y los cambios que la pandemia ha traído a las economías en los sectores de viaje y turismo en América Latina y el Caribe.

La TTCR es un informe bienal que clasifica a los países en función de la competitividad de sus sectores de viajes y turismo; la edición más reciente se publicó en septiembre de 2019.

 

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