El voluntariado responsable

El estallido de COVID-19 y los intentos por detener su transmisión generalizada a toda la población han reconfigurado las formas en las que las organizaciones de todo tipo organizan sus actividades de voluntariado. Es un hecho conocido entre organizaciones de todo tipo y tamaño en todo el mundo que hacer trabajo voluntariado puede servir para mucho más que sólo hacerte sentir bien: Puede fortalecer a la organización que las ejecuta.

No solamente las empresas realizan actividades de voluntariado. También las instituciones sin fines de lucro (ISFL). De hecho el INEGI afirma que el valor económico del trabajo voluntario de las instituciones sin fines de lucro en 2019 fue equivalente a 145 mil 873 millones de pesos y que el número de voluntarios que participaron en las ISFL llegó a 2 millones 440 mil 431 personas, de las cuales 94.2 % participó en organismos no lucrativos privados.

Para este artículo, buscamos a algunos protagonistas de empresas y organizaciones de la sociedad civil que regularmente hacen actividades de voluntariado para que compartan contigo su experiencia en medio de este año difícil en su gestión de voluntarios.

TECHO

Andrés Márquez Noriega, director nacional de Equipos en TECHO, (organización presente en 19 países de América Latina, que busca superar la situación de pobreza que viven millones de personas en asentamientos populares a través del voluntariado) opina que el principal reto es no poder salir a las comunidades de la misma forma que lo hacían antes de la pandemia. Eso los ha llevado a desarrollar experiencias virtuales, con el reto adicional de que sus voluntarios jóvenes están cansados de que gran parte de su rutina sea de forma virtual frente a una computadora.

Los programas de TECHO tienen ciclos de 6 meses, que realizan con personal propio y alianzas con universidades y preparatorias y activación de redes sociales lo que les ha ayudado en un año que a nivel financiero ha sido muy difícil.</pZ

DOW

Mauricio Alvarado Blanco, director de comunicaciones y asuntos públicos de Dow, que es una compañía líder en ciencia de materiales, comprometido a brindar soluciones innovadoras y sostenibles para clientes en empaques, infraestructura y soluciones para el cuidado del consumidor. Su programa de voluntariado ya tenía elementos que le facilitaron enfrentar la pandemia, como una plataforma virtual de voluntariado, sin embargo concede que para dar respuesta al reto de la presencialidad han migrado a esquemas virtuales para continuar su impacto comunitario, donde en ocasiones la misma tecnología representa un reto.
También reconoce que el voluntariado promueve una experiencia positiva para quien lo practica, ya sea a través de la dedicación de tiempo, talento o experiencia, y respalda aún más la estrategia de Ciudadanía Global de las Compañías como Dow.

ECOPIL, A.C.

Esta Organización de la Sociedad Civil que recientemente recibió por parte del Centro Mexicano para la Filantropía A.C. (Cemefi), el Reconocimiento como uno de los mejores lugares de México para realizar voluntariado, inició actividades en 2011, con voluntariado individual, corporativo y universitario con enfoques en conservación de los bosques, los cuerpos de agua y el turismo sostenible.

Luis Alain Zúñiga Hernández, director de Ecopil Arte Crea Conciencia A.C., considera que el principal reto es migrar el voluntariado presencial a un marco de virtualidad, conservando los grandes beneficios que el desarrollar actividades en campo otorga, es decir reconocer, capacitar y formar voluntarios, que disfruten la labor y que contribuyan al desarrollo de las comunidades.

Grupo Orlegi

Laura Kalb de Irarragorri, Presidenta de Ganar Sirviendo (plataforma de Responsabilidad Social de Grupo Orlegi) nos explica qué reto del distanciamiento social los llevó a migrar prácticamente todas sus acciones de formato presencial al plano digital, usando cápsulas de video que publican en las redes sociales de Orlegi Sports y sus equipos de fútbol Atlas FC, Club Santos Laguna y Tampico Madero FC. Comparten conocimiento, promueven la actividad física en casa y en familia, además de fomentar todas las medidas para preservar la salud ante la contingencia sanitaria y la inclusión armónica de las personas con discapacidad en la sociedad.