Imperativo considerar la seguridad de los trabajadores en la reforma energética
En México, el mercado de la electricidad normalmente tiene un crecimiento en demanda entre 3% y 4% anual. Sin embargo, durante el 2020 debido al confinamiento provocado por la pandemia del Covid-19, el consumo de energía eléctrica incrementó hasta el 40% en algunos hogares, principalmente por los cambios de hábitos de la población, donde el home office, la escuela a distancia (en línea y a través de la TV), el aumento en el uso de aparatos domésticos, el incremento en el horario de uso de la luz en las habitaciones y espacios cerrados, hoy son una constante.
En la actualidad existen regulaciones internacionales que buscan proteger a los empleados del sector eléctrico al brindarles las condiciones necesarias para desempeñar sus labores. Las empresas eléctricas deben contar con una óptima cultura de seguridad laboral, conformada por tener instalaciones en óptimas condiciones, entrenamientos periódicos en cuestiones de seguridad, evaluación y análisis de riesgos, y por último pero no menos importante protección personal adecuada para cada uno de sus colaboradores.
El sector eléctrico es de muy alto riesgo. Por ello, actualmente en el país existe la NOM-029-STPS-2011, que establece las condiciones óptimas de seguridad para la realización de actividades de mantenimiento a las instalaciones eléctricas en los centros de trabajo. Sin embargo, esta debe ser periódicamente actualizada siguiendo las regulaciones y buenas prácticas internacionales (por ejemplo NFPA, ISO y EN ) ya que se ha visto que los elementos que más influyen en la probabilidad de un accidente son: los errores atribuibles al ser humano, fallas relacionadas al equipo de protección y los fenómenos naturales.
Los dos primeros son prevenibles, si se siguen los procedimientos y protocolos de seguridad correspondientes. Por lo anterior, es necesario comprender la naturaleza y magnitud de los riesgos eléctricos para poder plantear una estrategia adecuada para disminuir el número de accidentes.
El potencial riesgo de mayor peligro y de los más desconocidos corresponde a los riesgos de arco eléctrico, de tal forma que debería ser de mayor atención. Un arco eléctrico es una descarga de energía continua de corriente de alto voltaje entre dos o más conductores, que genera una luz muy brillante, ruido ensordecedor y calor muy intenso, por arriba de 20,000°C.
El arco eléctrico presenta un gran peligro considerado potencialmente mortal, debido al riesgo de que se produzcan quemaduras muy graves provocadas por el calor concentrado. De igual forma, el arco eléctrico también genera otros posibles peligros graves como onda de presión alta de hasta 1000 kg/m2, ruido de hasta 140dB afectando al oído, destello de luz de gran intensidad que se convierte en un riesgo para los ojos, y/o expulsión de metal fundido que se convierte en proyectiles incandescentes que se adhieren a la piel o ropa, entre otros.
Habiendo dicho esto, la actualización a la NOM-029-STPS-2011 debe contemplar a detalle los equipos de protección que se cuantifican mediante el valor de rendimiento térmico de arco (ATPV, Arc Thermal Performance Value) y el umbral de rotura por energía (EBT, break-open threshold energy) que representan el valor de exposición máximo a la energía de un incidente sobre un tejido cuando el Equipo de Protección Personal (EPP) no muestra ninguna rotura.
Es por ello que las empresas deben considerar equipos de protección fabricados con materiales como DuPont™ Nomex®, que ayudan a proteger a los trabajadores contra el calor del arco eléctrico y/o fuego repentino y que, a diferencia de otros materiales, tiene propiedades FR inherentes que no se desgastan con los lavados ni con el uso, por lo que se trata de una tela más resistente y duradera con una mayor vida útil.
Con sus telas livianas, cómodas y respirables, las prendas de protección hechas con Nomex® proporcionan mayor movilidad cumpliendo y superando las normas internacionales de protección y desempeño.
Si bien es cierto que las reformas deben ser analizadas, una actualización legal estará incompleta si dejamos de lado el tema de la seguridad, protección y bienestar de los trabajadores.