GPTW: Guía práctica para ser realmente sustentable
Esteban Echavarría Cano / Partner Costa Rica / Great Place to Work®
En los tiempos que corren, en los que ya hemos vivido el desafío mundial que representa una pandemia, es más fácil entender que el problema global de la sostenibilidad social y ambiental es una amenaza que, como el coronavirus, nos afecta a todos a pesar de que no lo veamos o no lo experimentemos personalmente.
Para que una organización sea realmente sustentable, no basta con detener o minimizar el daño al medio ambiente y la sociedad. Muchas se contentan con hacer un mínimo gesto, también llamado “green washing”, es decir, mostrar a todos que ya reciclan sus residuos, ahorran agua y energía o incluso llegan a ser carbono neutrales. En realidad una verdadera sustentabilidad consiste, primero, en dejar de ser parte del problema y segundo, en empezar a ser parte de la solución
Hay entonces dos etapas importantes, que podemos clasificar así:
- Empezar a dejar de ser parte del problema. Es hacer un examen del impacto que la organización está creando, provocando o permitiendo al potenciar su negocio a expensas del medio ambiente o de la sociedad. Las grandes organizaciones llaman a este ejercicio “Análisis de Materialidad”. Consiste en preguntar a los vecinos, clientes, proveedores, colaboradores, autoridades y a la opinión pública cuáles son los impactos positivos y negativos que causan sus materias primas, procesos de manufactura, productos y servicios. Se indaga desde el efecto causado al obtener las materias primas hasta el ocasionado por el destino de sus productos o servicios después de haber sido usados.
- Una vez priorizados los temas importantes, es necesario definir para cada uno de ellos objetivos y metas concretos y trazar planes de acción. Deben reflejar las actividades perjudiciales que se deben corregir, también las buenas acciones que se deben continuar y finalmente las tareas que es necesario comenzar. Cada uno de estos objetivos y metas debe ser específico, medible y tener un plazo de tiempo fijado. Es importante definir indicadores de desempeño para medir el avance logrado en cada programa.
- La puesta en marcha del plan requiere desarrollar una buena estrategia de comunicación del programa, involucrando a la mayor cantidad de personas para hacerlos sentirse parte del cambio y para que los logros impacten las metas individuales de cada uno.
- Es necesario y conveniente hacer seguimiento de los avances logrados. Para este fin es muy útil diseñar cuadros de mando de los principales indicadores y ver el avance de éstos.
- Finalmente es recomendable reportar periódicamente el avance de los programas para difundir interna y externamente los esfuerzos y resultados de la organización en materia de sustentabilidad. Este informe, que se llama reporte de sostenibilidad, puede ser elaborado bajo lineamientos propios o bien alinearse a un estándar internacional, como el reporte GRI. También se puede optar por participar en una certificación de la gestión ambiental, como ISO 14000, o la gestión social, como el ISO 26000. Existe una gran variedad de reportes y certificaciones de sostenibilidad en el mercado, y la organización debe decidir cuál le conviene de acuerdo con sus estrategias comerciales o de imagen pública.
- Para mantener organizado en el tiempo el registro de los indicadores y actividades de sostenibilidad, es recomendable adoptar una herramienta de gestión de sostenibilidad. Existen en el mercado varios estándares de sostenibilidad, como las empresas B+, el sistema ISO y el sistema GRI, que proveen de herramientas específicas para cada certificación. Alternativamente, Susty es una plataforma web muy amigable que provee de varios módulos de sostenibilidad, de modo que el usuario puede adoptar varios reportes y certificaciones con una sola herramienta.
- Empezar a ser parte de la solución. ¿Qué pasaría si nos diéramos cuenta de que estamos arrojando basura y residuos tóxicos a nuestra casa, envenenando nuestro hábitat y nos bastara con dejar de hacerlo, o disminuir la velocidad con la que lo hacemos, pero nuestra casa siguiera contaminada? Es necesario empezar a limpiar nuestro hábitat hasta dejarlo como estaba. Lo mismo ocurre con nuestro planeta. Esta segunda etapa es más apremiante a medida que los niveles de contaminación del agua, el suelo y el aire aumentan y la pérdida de biodiversidad y el calentamiento global se vuelven críticos para nuestra propia supervivencia. Los científicos, los economistas y los pensadores la han llamado etapa del desarrollo regenerativo. El cambio en la consciencia de las personas y de las organizaciones empieza por entender que cada uno de nosotros es una pequeña parte de un gran sistema donde todas las piezas están íntimamente entrelazadas y se afectan unas a otras. La manera en que hemos estado produciendo nuestros alimentos, nuestra ropa y todo lo que consumimos; nuestras casas y ciudades, debe cambiar a una manera regenerativa, en la que el suelo, el agua y el aire puedan recuperarse para generar otra vez una biodiversidad sana y revertir el calentamiento global. Cada organización debe entender cómo forma parte de este engranaje y empezar a hacer cambios para ser verdaderamente regenerativa. Sólo entonces podría decir que encontró el camino a la verdadera sustentabilidad y pasar a ser parte de la solución.