El impacto positivo para el medio ambiente que pudo haber tenido la paralización de actividades humanas ya se disipó a propósito del regreso a la ‘normalidad’ en varias partes del mundo, según asegura la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
En este sentido, el organismo incluso señala que la calidad del aire ha empeorado a causa de varios fenómenos meteorológicos extremos en el mundo, que causaron tormentas de arena y polvo, así como incendios forestales.
“Las mejoras duraron poco y ocurrieron durante un periodo muy específico, ahora la movilidad ha aumentado y la vida -junto con las actividades contaminantes que implica- ha vuelto a la normalidad“, dijo en una rueda de prensa la jefa de la División de Investigación Atmosférica de la OMM, Oksana Tarasova.
“Los incendios forestales en Norteamérica, Europa y Siberia afectaron la calidad del aire para millones de personas, y las tormentas de polvo y arena cubrieron muchas regiones y se extendieron a través de los continentes”, añade.
Advierte que, según proyecciones, estos eventos seguirían impactando negativamente de cara al futuro.
“Ni siquiera con la reducción del transporte en varias partes del mundo la calidad del aire cumplía los criterios mínimos establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS)”, aclaró Tarasova.
