El tratamiento del agua residual de las industrias es una prioridad para evitar la contaminación de ríos, lagos y acuíferos

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Es de suma importancia que se considere en México el tratamiento de aguas residuales industriales ya que es escaso el acceso a recursos del gobierno encaminados a tratarlas y que puedan ser reutilizadas. De la misma manera existen pocas investigaciones encaminadas a tratar aguas residuales industriales en países en vías de desarrollo con métodos ecológicos que abaraten los costos de construcción y operación de los sistemas convencionales y puedan ser instalados.

 

Se debe saber identificar el tipo de contaminación que está afectando al agua y se han podido catalogar dos tipos: puntuales y no puntuales. La contaminación puntual se puede identificar proveniente de un punto en particular, por ejemplo, una tubería de drenaje descargado directamente en un cuerpo de agua. Y la contaminación no puntal o difusa es aquella cuando los contaminantes alcanzan el agua indirectamente a través de los cambios ambientales, es más difícil de controlar y es la fuente de la mayoría de los contaminantes de ríos, lagos y mares, como vertido de sustancias químicas en forma superficial o infiltración desde tierras de cultivo.

 

Hay distintos tipos de aguas residuales, dependiendo de su origen se pueden clasificar y usar la tecnología de reúso adecuada.

  1. De infiltración. Proceden de sistemas de drenaje, de tuberías de desagüe y del descenso artificial del nivel de las aguas subterráneas, así como de su permeado al sistema de alcantarillado a través de tuberías y otras instalaciones defectuosas.
  2. Industriales. Proceden de cualquier actividad o negocio derivadas de los procesos de producción en que se utiliza el agua. Son enormemente variables en cuanto a caudal y composición; las características de los vertidos no únicamente cambian de una industria a otra, sino también dentro de un mismo tipo de industria.
  3. Domésticas. Son los vertidos que se generan en poblaciones urbanas como consecuencia de sus actividades como aguas negras y grises. Las aguas residuales urbanas presentan cierta homogeneidad en cuanto a composición y carga contaminante, las características de cada vertido urbano van a depender de la población, influyendo parámetros como el número de habitantes.
  4. Agrícola. Provienen de actividades agrícolas, además de cría de ganado y procesamiento de productos animales y vegetales.
  5. Pluviales. Todas las formas de precipitación: lluvia, granizo, niebla y nieve.

 

De acuerdo con la CONAGUA (2019), a nivel nacional existen 2,642 plantas de tratamiento municipales que solo tratan 141.48 metros cúbicos por segundo  de aguas residuales y para el sector industrial operan 4,698 plantas con capacidad de 144.15 m3/s, en su mayoría en grandes industrias y en medianas autoabastecidas, a la microempresa le corresponde el 0.8% y en pequeñas empresas no existen plantas porque su naturaleza de producción e ingreso económico son bajos poniendo la atención en la generación de productos y realizando sus descargas a cuerpos de aguas superficiales y redes de alcantarillado urbano, convirtiéndose en un riesgo latente para la salud humana y ambiental.

 

Afortunadamente, con el paso del tiempo se ha ido incrementando el número de plantas de tratamiento de aguas residuales industriales en las zonas urbanas de México, de la misma manera que el incremento en porcentaje de las aguas que se tratan al año. Y este avance se ha visto igualmente en las zonas rurales; pero no es suficiente, aún se necesita más por hacer. La construcción de plantas de tratamiento de aguas residuales industriales en las localidades urbanas y en industrias no tan grandes como son la industria textil, agrícola, automotriz, entre otras, que se encuentran en lugares alejados, permitirá tener un tratamiento para sus aguas. Sin embargo, para las pequeñas industrias, es posible emplear tecnologías naturales de tratamiento de bajo costo, amigables con el ambiente, las cuales representan la opción más recomendable para las comunidades de países en vías de desarrollo como México, tales como las lagunas de estabilización y humedales construidos, que implican bajos costos de construcción, operación y mantenimiento.

 

Por más de 30 años SUEZ ha contado con la tecnología necesaria para aprovechar las aguas residuales tratadas para el abastecimiento, el riego y para usos industriales para diversas aplicaciones. Las tecnologías de SUEZ pueden combinarse para alcanzar objetivos específicos de reúso de agua en función de la fuente, la calidad y cantidad deseada, involucrando sistemas de Ultrafiltración (UF), Biorreactores de Membrana (MBR), Ósmosis Inversa, Electrodiálisis Inversa (EDR), Ozono y en el caso de aguas más complejas y técnicas de “Zero Liquid Discharge” (ZLD) a través de tecnologías como Evaporación y Cristalización, es capaz de alcanzar hasta un 98% de reutilización del agua.

 

“SUEZ Busca que, por medio de tendencias y tecnologías de tratamiento avanzado con un manejo sostenible del agua, se recupere y reutilice el agua residual por la reinyección directa o indirecta a las cuencas hidrológicas, embalses y redes de agua potable impulsando la economía circular” expresa Juan Pablo Rodríguez director de ventas para sistemas de ingeniería de SUEZ WTS.

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