SEMANA DEL CLIMA y asamblea general de la ONU
Por Dr. Francisco Suárez Hernández
La semana del 20 de septiembre fue histórica y relevante para la humanidad y el planeta en muchos sentidos, no sólo fueron los días en que se celebró la Semana del Clima y el septuagésimo sexto período de sesiones de la Asamblea General Anual de la ONU en Nueva York donde se convoca a los 193 países miembros; fue también donde Joe Biden presentó en su primer año de gestión como Presidente de E.E. U.U., mensajes esperanzadores, con la promesa nueva de invertir a favor del clima $ 11 mil millones de USD por año. También habló respecto a la distribución de vacunas, los nuevos esfuerzos contra el cambio climático y la voluntad de evitar una nueva guerra fría.
Asimismo, fue increíble ver cómo Antonio Guterres, Secretario General de la ONU, manifestó de manera enérgica que debemos “realmente ser solidarios, es la hora de la verdad. Es hora de cumplir las promesas. Es hora de restablecer la confianza. Es hora de infundir esperanza. La humanidad ha demostrado que somos capaces de conseguir grandes logros cuando trabajamos codo a codo. Esa es la razón de ser de nuestras Naciones Unidas”.
Sobre la base de los compromisos actuales de los Estados miembros, el mundo se encuentra en un camino catastrófico hacia los 2.7 grados de calentamiento, en lugar de los 1.5 que fueron acordados que debería ser el límite.
Los reportes presentados sobre la incapacidad de los gobiernos para limitar las emisiones a la atmósfera y asegurar que la temperatura del planeta no aumente más allá de dos grados en 2050 comprueban intentos fallidos de organizarnos entre las naciones. Ante años que llevamos con fenómenos meteorológicos extremos que se incrementan cada día, y que nos afecta a todos los países pagando facturas mucho más altas, no logramos emprender un camino unido consistente para evitar el incremento de la temperatura global.
Durante esa semana, también vimos mensajes de líderes latinos como Alberto Fernández, presidente de Argentina, quien dijo: “Con la desigualdad global, el cambio climático y la COVID-19, el mundo enfrenta una triple pandemia. Abordar las consecuencias de la pandemia debe ir de la mano con el cuidado del planeta”, agregó, y enfatizó el compromiso total de su país con el Acuerdo de París sobre cambio climático y su determinación de lograr la neutralidad de carbono para 2050. De parte de la juventud, una semana posterior, la joven activista y ecologista sueca Greta Thunberg denunció y resaltó antes de la conferencia climática COP26 los “30 años de bla bla bla” sobre el clima por parte de los líderes mundiales, acusándolos de haber “ahogado” las esperanzas de los jóvenes con sus “huecas promesas” bajo los aplausos de 400 jóvenes de todo el mundo reunidos en Milán por iniciativa de la ONU, en la recta final. Es una realidad que, con escasos días, antes de que se espere que más de 100 jefes de gobierno se reúnan para la COP26, se ha reconocido ampliamente que las conversaciones, y sobre todo los compromisos, están muy por detrás de donde deberían estar, y que muchos países clave aún no han elaborado nuevos planes para reducir sus emisiones.
En lo personal sigo observando mensajes inconsistentes, aun cuando los líderes climáticos de todo el mundo expresan una mezcla de alivio y entusiasmo por el plan de inversión de Biden, persisten las incertidumbres sobre cómo lo hará nuestro país vecino. Y no quisiera cerrar esta columna sin mencionar uno de los mejores mensajes de la semana histórica, por parte de Carlos Alvarado Quesada, presidente de Costa Rica, “cómo le vamos a explicar a la próxima generación que al mismo tiempo que ocurría una pandemia donde no llegaban las vacunas a todas las personas y frente a una crisis climática sin precedentes, el mundo invertía más en armamento. ¿Cómo es este absurdo posible?”
Es justo con este mensaje que quisiera invitarlos a enfocarnos en lo importante, que es invertir en nuestra salud, y la del planeta, que siempre deberá ser nuestra prioridad.
En resumen, sin salud no podemos ser sostenibles como humanidad, ni planeta.