¿Modelos de economía circular en juguetes? BBVA cita estos interesantes casos de éxito
Ante las demandas sociales por medidas ambientalmente responsables, el modelo de negocio de economía circular ganas más popularidad, con beneficios económicos para los trabajadores.
En el marco de diciembre, BBVA en su blog publicó cómo este negocio cae como anillo al dedo en la compra de juguetes y peluches para niños y mascotas.
Recogiendo declaraciones de Charlotte Liebling, esta asesora comentó: “Muñecos con un enorme valor sentimental, y grandes recuerdos, se tiraban a un montón y a menudo se vendían como juguetes para perros. O, peor aún, ¡iban a parar a la basura! Fui testigo de cómo el amor, la vida y las historias que guardaban se perdían y olvidaban”.
La joven promueve la labor de empresas como Loved Before, una agencia de adopción de peluches donados por niños. Estos son lavados y restaurados en espera de ser recibidos por un nuevo dueño.
“Así demostramos que, en lugar de perder valor, un juguete que alguna vez fue amado se vuelve aún más valioso por lo que ya ha experimentado”, dijo.
La chilena María José Cuevas Tapia, fundadora de la juguetería Jope!, dedicada a la reparación y restauración de juguetes y otros productos usados, manifestó: “Hay cada vez más familias buscando juguetes reciclados y de segunda mano por una cuestión económica, pero también para evitar su huella de carbono, y por convicción, porque es así como quieren educar a sus hijos”.
Añadió que “el 30% son donados; el resto los compramos”. El proyecto nació de su experiencia personal: “Cuando hace cinco años nació mi segunda hija, Faustina, le compramos la cuna, la ropa o el cochecito de segunda mano. La niña se cansaba pronto de los juguetes, así que pensé ¿por qué no darle los que ya hayan usado otros niños?”.
Lo que empezó como un proyecto informal, se convirtió en una empresa con grandes beneficios lucrativos. “Hacemos juguetes que potencian la psicomotricidad y otros son sensoriales, para niños con trastornos del espectro autista”, declaró.
Por su parte, Toynovo, en Colombia, se ha posicionado como una gran comunidad de economía circular de juguetes, con más de 1,000 familias afiliadas a su red.
Esta compañía “ofrece la alternativa de comprarlos nuevos y, con un bono recompra para consumir en Toynovo, hacer que sigan circulando por un tanto por ciento de su valor”.
Este tipo de iniciativas además de generar ganancia, promueven el consumo responsable, asequible y efectivo. ¿Conoces casos similares en México?