El día del sobregiro de la tierra, acciones sostenibles
Por Dr. Francisco Suárez Hernández
El pasado mes de noviembre, tuve la fortuna de celebrar 50 años de vida, lo cual además de llenarme de gratitud por mi salud, familia, y amigos, me ha traído a la mente varias reflexiones sobre el impacto que ha tenido mi hogar extendido, el planeta, tan solo en este tiempo que llevo de habitarlo.
Hace 50 años, un 30 de diciembre fue el Día del sobregiro de la Tierra; fecha que se establece para determinar cuando la demanda de recursos naturales excede lo que los ecosistemas del planeta pueden renovar en el periodo anual. En términos económicos, es el momento en que agotamos el presupuesto ecológico que la Tierra tiene capacidad de generar para un año. En 2021 el Día del sobregiro de la Tierra fue el 29 de julio; es decir, sobrepasamos nuestro presupuesto ecológico 5 meses antes, lo cual significa que usamos tantos recursos ecológicos como si viviéramos en 1.6 planetas.
En la década de 1970 se comenzó a rebasar de manera global la capacidad de regeneración de la Tierra. Ahora, la deuda ecológica acumulada resultante equivale a 18 años; en términos prácticos es el tiempo que le tomaría al planeta regenerar el daño causado asumiendo que el impacto fuera reversible, lo cual no es el caso. Del mismo modo, en el transcurso de este tiempo he notado en gran medida el avance del impacto del cambio climático en la progresión de cambios meteorológicos tales como los huracanes, que se han caracterizado por su alta intensidad y peligrosidad, y un mayor número de tormentas clasificadas en huracanes categorías 4 y 5.
Si tomamos en cuenta un resumen de los hallazgos del informe publicado hace 2 años por la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas, -que incluye representantes de 132 países- fue establecida en el 2012 por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). El reporte presentado por Robert Watson, presidente del panel y profesor de ciencias ambientales en la Universidad de East Anglia en el Reino Unido, dijo que la evidencia recopilada durante las últimas cinco décadas de aproximadamente 15,000 estudios científicos y de gobierno, se espera “un panorama siniestro”. El informe, reportó que el 25 % de los mamíferos, más del 40 % de las especies de anfibios, casi el 33 % de los tiburones y el 25 % de los grupos de plantas están gravemente amenazados de extinción. Con base a estos datos, los investigadores estimaron que aproximadamente 1 millón de especies de animales y plantas podrían morir, “en décadas”.
Ahora para dejar claro, no todas son malas noticias, para empezar, ya tenemos más de 2 décadas midiendo realmente las emisiones y el impacto que la huella humana tiene en el planeta. Ya somos mucho más conscientes del cambio climático al menos desde que se formó el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) en 1988. Tenemos la comunidad científica y muchos sectores, apoyando la política ambiental, pero muchos gobiernos todavía tienen posiciones inconsistentes o realmente no están de acuerdo con el nivel de contribución que tienen sus países en función de emisiones, sus compromisos y planes de inversión.
También tenemos avances muy positivos en el desarrollo y uso de energía renovable, autos eléctricos y para efectos prácticos ya sabemos qué hacer. La gran pregunta es: ¿Cuándo todos los líderes se lo tomarán en serio? ¿Qué más debe suceder para que todos los países y sectores establezcan compromisos sólidos, claros y accionables en materia ambiental?
El planeta no espera más, si pasan otros 50 años con la misma tendencia, el planeta continuará existiendo, pero la humanidad no, y es justo lo que quisiera dejar sembrado en ti que agradezco estés acabando de leer mi reflexión e invitación: ¿Qué acciones vamos a emprender de inmediato para dejar un mejor planeta a nuestros hijos y nietos?
En resumen, mucho que agradecer por estos 50 años de mi vida, sin embargo, espero tener la oportunidad de vivir muchos más celebrando más acciones sostenibles a favor del planeta que permitan que, así como ustedes, yo, nuestros hijos, y todas las generaciones futuras encuentren un hogar óptimo para su subsistencia. Anhelo que en mis años venideros sea testigo del efecto multiplicador de acciones a favor del planeta por todos y cada uno de mis lectores.
Gracias a ustedes, por ser parte de esta labor de concientización y acción por lograr un mejor hogar compartido para todos.