Construyeron una escuela sustentable con latas de aluminio, neumáticos, cartón y botellas de vidrio en Colombia
Agencia EFE
La primera escuela sustentable en Colombia se hizo en apenas 24 días. El establecimiento cuenta con energía solar, un sistema de aguas autónomo, sus propias huertas, un aula experimental y un domo geodésico para la producción de alimentos y biodiversidad.
Los niños que estudian ahí están conectados con la naturaleza y hablan con propiedad sobre conservación. Muchos de ellos participaron en el proceso de fabricación de hoteles de insectos, casas para aves, un banco de semillas de plantas autóctonas y una composta.
Cerca de dos mil latas de aluminio, otras tantas botellas de vidrio, 500 neumáticos y 50 metros cuadrados de cartón fueron reutilizados para la construcción de esta escuela ecológica, un proyecto que contó con el apoyo de Directv, Disney y National Geographic, además de involucrar a maestros, estudiantes, voluntarios, organizaciones, autoridades locales y a la comunidad para que sientan propia la escuela.
“Nos parece importante trabajar con la educación pública. Poder acompañar a docentes rurales a que puedan tener más herramientas pedagógicas para potenciar sus actividades de educación ambiental”, señaló la coordinadora de la red de escuelas de Tagma, Carolina Goijman.
Esta organización tiene como meta construir una escuela sustentable en cada país de Latinoamérica, un proyecto que empezó en 2016 cuando inauguró en Uruguay la primera institución de este tipo. Después levantó sedes en Argentina y en Chile para luego edificar en Colombia la cuarta escuela de esta red con la colaboración de más de 100 técnicos y voluntarios de siete países.
La experiencia en San Jerónimo facilitó la transmisión de conocimiento a la comunidad educativa y a sus pobladores con clases teórico-prácticas durante el ciclo de construcción de un espacio autosuficiente que cuenta con un sistema de recuperación del agua de lluvia para almacenar en tanques de dos mil 250 litros.
Además, los seis paneles fotovoltaicos instalados en el tejado del aula con una capacidad de dos mil 670 vatios, generan la suficiente energía para abastecer a todas las áreas de la escuela, inaugurada hace pocos días con la presencia de integrantes de Tagma y representantes de Directv.
Al maestro Juan Diego Parra, enseñar en una escuela sustentable, desde el punto de vista pedagógico, le parece muy importante porque los niños aprenden “interactuando directamente con el medioambiente”.
Ahora, la institución tiene como norma reducir, reciclar y reutilizar, y evitan la producción de residuos. Las huertas con lechuga y tomate, además de producir alimento “sano, justo y agroecológico”, promueven la seguridad alimentaria.