¿Por qué la bicicleta es tan importante para reducir el cambio climático?
El sector del transporte es responsable de al menos 24% de las emisiones globales directas de CO₂ en el mundo.
La Federación Europea de Ciclistas (ECF), señala los procesos de combustible y uso de automóviles en carreteras representan casi las tres cuartas partes de las emisiones del transporte y estas cifras no están disminuyendo. Además de los niveles insostenibles de emisiones de carbono que están arruinando el clima de nuestro planeta, los vehículos de carretera contaminan nuestro aire a niveles sin precedentes, lo que contribuye a la muerte de aproximadamente 7 millones de personas al año.
“Necesitaremos mucho más ciclismo si queremos combatir el cambio climático. Sin una acción colectiva más rápida y decidida por parte de los gobiernos para reducir las emisiones de CO₂ del transporte global, las generaciones presentes y futuras estarán condenadas a un mundo más hostil y menos habitable”, escribe el organismo en su página web.
Un estudio realizado por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, (IPCC) publicado en agosto de 2021, reconoce que el ciclismo es una solución para la movilidad sostenible de las personas, ya que es un medio de transporte genuinamente libre de emisiones
Cambiar de un automóvil a una bicicleta ahorra 150 g de CO₂ por kilómetro, las bicicletas eléctricas de carga reducen las emisiones de carbono en un 90%.
Con solamente una vez a la semana caminando o utilizando la bicicleta como medio de transporte, la huella de carbono de una persona se reduciría en media tonelada de carbono al año. El uso combinado de otros modos de viaje, como el metro, multiplica este potencial.
La EFC advierte: “La crisis climática ya está sobre nosotros. Debemos aprovechar urgentemente las soluciones que ofrece el ciclismo ampliando radicalmente su uso. Para hacerlo, necesitamos que los gobiernos se comprometan política y financieramente con más ciclismo, más seguro e integrado que sea equitativo para todos los que viven en nuestros países, ciudades y regiones”.
“Creemos que no existe una forma concebible para que los gobiernos de todo el mundo reduzcan las emisiones de CO2 lo suficientemente rápido como para evitar lo peor de la crisis climática sin aumentar significativamente el ciclismo”, añade.
