La apuesta mexicana por el litio llega un poco tarde
Por Mauricio Elías
Socio Fundador de ABC Metrics, consultora de estrategia de negocio
Twitter: @maueliasc
En abril pasado, se aprobó el dictamen que reforma diversas disposiciones de la Ley Minera referente a la exploración y explotación del litio en México. El debate sobre este mineral llega tarde a México: la explotación de este material de manera industrial comenzó hace más de 30 años en países como Australia, Chile, Argentina, China y Estados Unidos, que son los principales productores de este mineral.
El litio es una mineral ligero que es utilizado desde hace muchos años para la elaboración de grasas lubricantes (el hidróxido de litio es el componente más utilizado en grasas para la industria automotriz y el sector industrial), baterías de iones de litio y de polímero de litio son la fuente de energía más eficiente para teléfonos celulares, computadoras portátiles y otros dispositivos electrónicos portátiles. Las baterías para los nuevos modelos de vehículos eléctricos (EV, HEV) también se basan en compuestos de litio) y vidrio cerámico (el carbonato de litio es un componente clave en la formulación del vidrio cerámico utilizado en encimeras de cocina, reduciendo el coeficiente de expansión térmica del vidrio y, por lo tanto, haciéndolo resistente a
altas temperaturas).
En la actualidad, los principales productores de este mineral son Australia,Chile, China y Argentina que concentran el 98 % de la producción. El 2 % restante es abastecido por Zimbabue, Estados Unidos y Portugal, entre otros países.
Sin embargo, de acuerdo con la consultora McKinsey & Company, la demanda de litio se ha más que duplicado a partir de 2016, se calcula que para 2021 fue de 500,000 toneladas métricas, no obstante, se presume que los requerimientos del mineral llegarán a 3 o 4 millones de toneladas métricas en 2030.
Esto representaría una gran oportunidad para el resto de los países con yacimientos del mineral, por lo tanto, la apuesta por el desarrollo de la industria del litio podría representar una oportunidad de crecimiento importante para México ya que, se estima que tiene la novena o décima más importante reserva del mineral, sin embargo, el país llegaría tarde a la explotación de este mineral.
Alianza del Pacífico como clave
Además del T-MEC, México ha signado importantes acuerdos de cooperación económica, uno de los más productivos y completos es el que tiene con Chile, Colombia y Perú denominado como Alianza del Pacífico. Este mecanismo de integración económica, aparte de reducir los aranceles y facilitar el comercio entre las cuatro economías que lo integran, tiene dentro de sus iniciativas el Comité de Cadenas Globales de Valor y Encadenamientos Productivos.
Este comité tiene entre sus principales tareas estudiar mecanismos y desarrollar estrategias para profundizar y ampliar la complementariedad industrial entre los países miembros, incluyendo las inversiones extranjeras directas vinculadas a la formación de encadenamientos productivos.
De esta manera, la Alianza podría favorecer el intercambio de servicios y tecnología entre uno de los principales productores de litio como es Chile y México. Asimismo, facilitaría la capacitación con técnicos provenientes del país andino para un desarrollo más acelerado de lo que se quiere que sea un nuevo eje de desarrollo para el país.
