Real Madrid es objeto de críticas y fake news por decidir no mostrar apoyo a la comunidad LGBTIQ+ durante junio

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Durante los primeros días de julio, sectores liberales de la sociedad española descargaron su molestia y desacuerdo contra el equipo deportivo Real Madrid por no haber portado los colores de la bandera LGBTIQ+ en la imagen de su organización, durante el mes de junio, también conocido como el ‘Mes de Orgullo’.

Si bien muchos equipos de fútbol en Europa portaron los colores del colectivo en señal de apoyo -entre ellos Barcelona FC, Manchester City y Chelsea FC- el Real Madrid hizo caso omiso a la celebración y mantuvo una imagen tradicional.

La inacción hizo llover las críticas de la comunidad digital, a tal punto de crear ‘fake news’ que fueron citadas por medios formales. Algunos movimientos españoles en apoyo a la LGBTIQ+ condenaron al equipo.

Sobre las fake news, trascendió que la Unión Europea (UE) iba a imponer sanciones disciplinarias al club merengue por no mostrar  la bandera en ‘apoyo’ a la comunidad, ni siquiera durante el día oficial, celebrado el 28 de junio.

Un medio local contactó a la Comisión Europea, que confirmó que “no existe ninguna legislación a nivel europeo que permita sancionar a una institución o entidad por renunciar a mostrar la bandera LGTBI”.

A la fecha, el Real Madrid nunca ha incorporado los colores de la bandera LGTBIQ+ en ninguno de sus perfiles oficiales en redes sociales, y tampoco ha realizado ninguna publicación al respecto.  

Especialistas han defendido que en la UEFA no existe ningún tipo de sanción para los equipos que no muestren apoyo, así como tampoco hay obligaciones de hacerlo.

En medio de la aclaratoria, la Comisión Europea reafirmó su compromiso con la comunidad LGBTIQ+  y recordó que sus símbolos no son políticos, sino de compromiso para una sociedad más diversa e inclusiva.

El apoyo a la comunidad LGBTIQ+  conforma varios puntos en la Agenda 2030, para el desarrollo integral del mundo, específicamente en objetivos relacionados a la igualdad social, en cuestiones de sexo y género, así como la reducción de desigualdades.

Si bien lo anterior es cierto, el decidir no rebrandear una marca es una decisión organizacional ejercida en plena libertad, en  el marco de la justicia y la solidez institucional, de parte de entes públicos y privados.

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