¿Es cierto que está creciendo la población autista?

¿Existe una epidemia de autismo? Especialistas afirman que no. El aumento de la tasa de autismo se explica en que se está diagnosticando más a los niños que presumiblemente tienen ese trastorno. El concepto del autismo hoy día se ha tornado tan complejo que muchas irregularidades en el desarrollo de comunicación social son calificados dentro de este espectro.

Eso quiere decir, en efecto, muchas irregularidades conductuales y condiciones que hace algunas décadas no se consideraban autismo, hoy día sí se consideran.

Este tema sale a colación porque la revista MMWR publica que hay un aumento preocupante en las tasas de autismo en los Estados Unidos. La población aumentó de 1 de cada 150 niños en el año 2000, a 1 de cada 54 en 2016, y la tasa ahora es de 1 de cada 44 niños.

Algunas personas afirman que el autismo está aumentando debido a las vacunas o el cambio climático; sin embargo, otros argumentan que este problema se debe al hecho de que los padres son mayores. Todas estas teorías quedan en meras suposiciones.

“Creo que el aumento de la tasa de autismo es en gran medida social, no biológico. No es que haya más niños que desarrollen síntomas de autismo, sino que hay factores sociológicos y políticos multifacéticos que están aumentando los diagnósticos y la documentación de esta condición por encima de otros diagnósticos de desarrollo”, afirma la especialista Rachel Burr Gerrard.

“Un factor fue el énfasis que tuvo la desinstitucionalización a inicios de 1960s, cuando grupos de padres como la Asociación Nacional de Niños Retrasados buscaban mandar a menos niños a instituciones y se integraron con terapeutas para desarrollar nuevos tratamientos para los niños con lugar fuera de las instituciones”, añadió.

Cabe destacar que, incluso en la actualidad, el autismo (de cualquier variante) y el retraso mental son condiciones diferentes.

“A medida que aumentaban los diagnósticos de autismo, disminuían los de retraso mental y otros problemas de aprendizaje. El aumento de los diagnósticos y de la defensa de los pacientes hizo que se dedicara más dinero a la terapia y la investigación del autismo, lo que a su vez hizo que se realizaran aún más diagnósticos. Esta tendencia ha continuado hoy en día, ya que el número de camas psiquiátricas sigue disminuyendo y los grupos de defensa de los padres presionan con éxito para recaudar miles de millones para la investigación del autismo”.

Burr Gerrard afirma que los mandatos de seguros son otro factor importante, pues, entre 2001 y 2007, 50 distribuidores de seguros privados no financieros han establecido mandatos que proveen el tratamiento para el autismo. Esta medida ahorra alrededor de 50,000 dólares anuales a una familia.

A pesar de esta financiación la tasa de autismo desatendido ha crecido 10% entre 2008 y 2009. También que se conoció que, según asegura Burr Gerrard, 18% no han superado o mejorado en sus condiciones a pesar de contar con los fondos.