Nueva Zelanda prohíbe que gente nacida de 2009 en adelante fume
Nueva Zelanda prohibió la venta de productos del tabaco a los menores de 18 años, pero las nuevas enmiendas a la ley establecen de hecho un límite de edad móvil que proscribirá de forma permanente la venta de tabaco a las generaciones más jóvenes y futuras del país.
Los nacidos antes de 2009 que tengan 18 años o más podrán seguir comprando tabaco. Se espera que la medida aplique a largo plazo, para que cuando los nacidos a partir de 2009 sean mayores de edad, tampoco puedan fumar.
“Este proyecto de ley generará un cambio generacional y creará un legado de mejor salud para nuestros jóvenes”, declaró Ayesha Verrall, Ministra Adjunta de Sanidad.
A partir del 1 de enero de 2027, la edad legal para comprar tabaco se elevará a 18 años para los nacidos en 2009 o después. Los minoristas que vendan tabaco a menores de 18 años se enfrentarán a multas de hasta 150,000 dólares neozelandeses, unos 96,000 dólares.
En Nueva Zelanda, ahora es ilegal vender tabaco porque la legislación revisó algunas leyes existentes sobre el tabaco. Uno de los cambios legislativos fue la reducción del número de minoristas autorizados de 10,000 a 600, y otro fue un mandato sobre límites más estrictos de nicotina en los productos de tabaco para fumar.
“Miles de personas tendrán una vida más larga y saludable, y el sistema sanitario saldrá ganando 5.000 millones de dólares al no tener que tratar las enfermedades causadas por el tabaquismo, como numerosos tipos de cáncer, infartos, derrames cerebrales y amputaciones”, declaró Verrall en un comunicado de prensa.
La reciente prohibición de los cigarrillos electrónicos de gran tamaño en Irlanda podría indicar que otros países están considerando prohibiciones similares. Por ejemplo, Gales está trabajando para estar libre de humo en 2037.
Bután aprobó en 2010 una prohibición general de los productos del tabaco. Dinamarca propuso una prohibición a partir de 2020, pero las leyes de la Unión Europea le impidieron promulgarla.
El proyecto de ley de Nueva Zelanda se aprobó en el Parlamento por 76 votos a favor y 43 en contra, con el apoyo de los partidos de izquierda, incluido el Partido Laborista.