Director técnico de Red Bull Racing critica avances de la Fórmula 1 en materia de sostenibilidad
La narrativa en torno al futuro sostenible de la Fórmula 1 y del automovilismo en general ha sido cuestionada por Adrian Newey.
Adrian Newey es el director técnico del equipo Red Bull Racing. Ha trabajado tanto en Fórmula 1 como en Fórmula Indy como ingeniero de carrera, ingeniero de aerodinámica, diseñador y director técnico.
Newey, conocido y respetado dentro de este deporte, admite que la sostenibilidad y el medio ambiente son temas importantes.
Según Newey, la Fórmula 1 puede y debe desempeñar un papel en ello.
“Pero hay toda esta discusión sobre de dónde debe venir la fuente de energía eléctrica, biocombustible, combustible sintético, hidrógeno. Hay mucha desinformación al respecto, sobre todo en el aspecto eléctrico. La gente empieza a darse cuenta de que la huella de carbono de un vehículo eléctrico es mucho mayor que la de un vehículo de gasolina”, añade este hombre de 63 años.
“La suposición de que la electricidad procedente de la energía eólica o solar está libre de emisiones es sencillamente incorrecta”. Según Newey, los aerogeneradores requieren “una enorme cantidad de hormigón” para su construcción, lo que supone una importante fuente de emisiones de dióxido de carbono.
“Estas estructuras también contienen mucho aluminio y cobre, que también son muy contaminantes en la fase de producción. Así que no son emisiones cero”.
Newey afirma que el elevado peso de los coches de Fórmula 1 compensa gran parte de la eficacia de la tecnología de “unidad de potencia” híbrida.
Coches más grandes y pesados, junto con la obsesión de la gente por si funcionan con baterías o gasolina, son claramente la dirección equivocada para la F1 y la industria automovilística en general.
“El mayor problema es la cantidad de energía que se necesita para mover la maldita cosa, no importa de dónde venga esa energía”, añade.
Las normas técnicas de la Fórmula 1 no parecen reconocerlo, porque, por supuesto, los grandes fabricantes de coches no lo quieren, dice Newey.