“Sobrevivir es sólo el principio”, la campaña de Save The Children para apoyar a niños en zonas de guerra
La asombrosa cifra de 1 de cada 6 niños del mundo crece en zonas de guerra. Son casi 450 millones de niños en este momento. Viven en las zonas de conflicto más peligrosas del mundo: Afganistán, Etiopía, Yemen, Ucrania o Sudán, que está acaparando la atención mediática estos días. Están expuestos a los peores horrores, y sus vidas se verán afectadas para el resto de sus días.
Para dar a conocer la magnitud de esta tragedia, Save the Children lanza la campaña “Sobrevivir es sólo el principio”, basada en una película de tres minutos que recoge las historias de decenas de niños recogidas por los equipos de Save the Children directamente en los 120 países en los que opera, 63 de ellos en situaciones de emergencia.
GUERRA CONTRA LOS NIÑOS
El número de agresiones graves contra niños en zonas de conflicto fue de casi 24,000 en 2021, 65 de media cada día, si contamos las verificadas. La cifra debe ser mucho mayor. Hablamos de asesinatos, mutilaciones, reclutamiento forzoso en ejércitos o grupos armados, violencia sexual, secuestros, ataques a escuelas y hospitales y denegación de ayuda humanitaria a niños que la necesitan desesperadamente.
Hay nombres como Lydia, lugares de nacimiento como la República Democrática del Congo y edades siempre demasiado cortas. Su madre desapareció un día, poniendo fin a su vida normal. Cuando dos hombres de un grupo armado la buscaron, la violaron. Lydia escapó y acabó en un refugio de Uganda, donde descubrió que estaba embarazada. Su trauma ha mejorado gracias al apoyo psicológico proporcionado por Save the Children.
HUIR ES LA ÚNICA SALIDA
La historia de Lydia no es la única de los 40 millones de niños obligados a huir. Según Andrés Conde, director de Save the Children en España, un niño ha abandonado su hogar y su vida cada cinco segundos. “Nunca ha habido tantos refugiados desplazados por las guerras y la persecución como ahora”, afirma Conde. El viaje hacia un lugar seguro puede durar semanas, meses o incluso años.
Se calcula que tres cuartas partes de las personas que llegaron a Europa en 2021 lo hicieron sin familia ni nadie que se ocupara de ellos. Aproximadamente 17,000 de estos niños huyeron como consecuencia de un bombardeo o al perder a sus padres durante el caos subsiguiente. A veces sus familias los envían a buscar una vida mejor simplemente porque no tienen otra opción.
SOBREVIVIR NO SIEMPRE ES EL FINAL
La vida de un refugiado es difícil, incluso si eres un niño. En los campos, donde vive 1 de cada 5 refugiados, a menudo se utilizan tiendas temporales como refugios permanentes. En estos espacios también se producen incendios -como el del pasado marzo en el mayor campamento de Bangladesh, donde 1,000 niños perdieron sus techos- y luego el proceso se repite.