Ecoce: Retos y contradicciones en la regulación del uso de plásticos en México
Mayra Hernández, directora de asuntos gubernamentales y regulatorios de Ecoce, ha señalado que las leyes y regulaciones federales y locales relacionadas con el uso de plásticos en México son contradictorias entre sí. Además, su implementación y verificación también enfrentan dificultades.
Durante su participación en el Plastics Recycling Latam 2023, Hernández destacó la existencia de una sobrerregulación en el país en cuanto al uso de productos y materiales plásticos. Resaltó la falta de armonización entre la Federación y los estados para establecer un sistema regulatorio homogéneo.
Señaló que las normas a nivel federal, estatal y municipal no solo restringen ciertos productos, sino que también existen prohibiciones específicas, incluso para la producción de plásticos.
Hernández mencionó la falta de definiciones claras o armonizadas, ya que hay diferentes perspectivas sobre qué se considera un plástico de un solo uso, por ejemplo.
Una parte del problema radica en que los legisladores carecen de suficiente información técnica para comprender la situación. Esto genera una complejidad legislativa y dificulta la interpretación de las leyes.
Se prevé que surjan más normas en el futuro, no solo provenientes del Poder Legislativo, sino también de las secretarías de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y Economía (SE), lo que dificulta aún más la armonización.
Datos de Ecoce muestran que en las últimas dos décadas, la industria del reciclaje ha crecido un 200%. Sin embargo, Ecoce, una organización creada por la industria de alimentos y bebidas, solo logró recuperar un tercio de los empaques no metalizados y el 21% de los empaques metalizados puestos en el mercado por las empresas asociadas el año pasado.
A pesar de ello, México ya recupera el 60% de los envases utilizados por las industrias de alimentos y bebidas, lo que coloca al país como líder en recuperación en América y a la par del promedio europeo.
En 20 años, Ecoce ha logrado recuperar 79,000 toneladas de envases y empaques, lo que representa un ahorro de 62 millones de kilogramos de materia prima, el equivalente al ahorro de agua de 12 albercas olímpicas y la reducción de emisiones de 136,000 toneladas de dióxido de carbono, un gas de efecto invernadero, lo cual equivale a 15 veces el bosque de Chapultepec.
Roberto Núñez, de Baerloche, una empresa dedicada al desarrollo de nuevos materiales con contenido reciclado postconsumo, destacó la escasa disponibilidad de materiales reciclados de buena calidad en el mercado.
Ante esta situación, Núñez enfatizó que no se puede depender únicamente de las sustancias utilizadas para reciclar, ya que el plástico que regresa a las plantas de reciclaje no llega en condiciones limpias, a diferencia del material virgen.
