Save The Children insta a hacerse cargo de la protección de 18 millones de niños y niñas en riesgo de violencia
El impacto devastador del déficit de fondos para la protección infantil es alarmante. En medio de las peores crisis humanitarias del mundo, casi 18 millones de niños, niñas y cuidadores vulnerables se enfrentan al riesgo constante de violencia, explotación y abuso. Esta situación crítica ha sido resaltada durante la Conferencia de Oslo sobre la protección de la infancia en los conflictos armados, donde Save the Children y sus socios presentaron el informe ‘Unprotected: An Analysis of Funding for Child Protection in Armed Conflict’ (Desprotegidos: un análisis de la financiación para la protección de los niños en los conflictos armados).
El informe revela que en muchos países afectados por la guerra y la violencia, la financiación destinada a la protección infantil no está a la altura de la creciente necesidad de apoyo para las familias y los niños en riesgo. En el año 2022, se requirió una financiación de aproximadamente 795 millones de dólares para brindar servicios de protección infantil a unos 22,4 millones de niños y cuidadores en situaciones de extrema necesidad. Sin embargo, los gobiernos solo pudieron destinar el 19% de esta cantidad, lo que resulta en un déficit de financiamiento de más de 646 millones de dólares y dejando a casi 18 millones de niños y niñas desprotegidos y sin asistencia.
Los servicios de protección infantil desempeñan un papel crucial en la seguridad y bienestar de los niños, especialmente aquellos que viven en zonas de conflicto o afectadas por la guerra. Estos servicios buscan salvaguardar a los niños de graves violaciones que ocurren durante los conflictos, como el reclutamiento y el uso de niños por parte de grupos armados, el matrimonio infantil, la violencia sexual, así como la matanza y mutilación.
Además, estos fondos también se utilizan para apoyar a los cuidadores responsables de niños no acompañados o familias que enfrentan dificultades debido a la pobreza y luchan por brindarles atención adecuada. Si esta tendencia de financiamiento insuficiente persiste, el informe advierte que habrá un déficit de mil millones de dólares para la protección infantil en zonas de conflicto para el año 2026.
Este déficit de financiamiento se agrava debido al aumento en el número de niños y niñas que viven en áreas afectadas por conflictos armados. Según las estimaciones anuales de Save the Children, basadas en los datos del Instituto de Investigación de la Paz de Oslo (PRIO) y el Programa de Datos de Uppsala (UCDP), alrededor de 468 millones de niños, es decir, más de 1 de cada 6, vivían en zonas de conflicto en el año 2022. Esta cifra ha casi duplicado desde mediados de la década de 1990.
Además, se ha observado un preocupante aumento en el número de niños y niñas que viven en la primera línea de los países más peligrosos del mundo. El año pasado, 250 millones de ellos residían dentro de un radio de 50 km de una zona de conflicto en países donde más de 1.000 personas perdieron la vida en combates durante un año, lo que representa un aumento del 12% en comparación con los 220 millones de niños hace dos años.
Es fundamental que los líderes mundiales tomen conciencia de esta crisis y tomen medidas concretas para asegurar la protección y el bienestar de los niños y niñas afectados por conflictos armados. La inversión adecuada en programas de protección infantil es esencial para salvaguardar su futuro y brindarles las oportunidades que merecen. Juntos, podemos marcar la diferencia y garantizar un entorno seguro y esperanzador para todos los niños y niñas del mundo.