COVID-19 impidió que 30 millones de niños superaran la pobreza
El impacto de la COVID-19 ha sido devastador en múltiples frentes, y los niños no son la excepción. Según un reciente informe conjunto del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) y el Banco Mundial, la pandemia ha frenado el avance en la reducción de la pobreza infantil a nivel global.
El informe, titulado Tendencias mundiales de la pobreza monetaria infantil según el umbral internacional de la pobreza, revela que 333 millones de niños en todo el mundo, es decir, uno de cada seis, se enfrentan a la dura realidad de la pobreza extrema.
La investigación aporta una perspectiva preocupante sobre la situación. A pesar de que entre 2013 y 2022 se redujo el número de menores que vivían con menos de 2.15 dólares al día, de 383 millones a 333 millones, el impacto económico de la COVID-19 borró tres años de avances significativos. Esto se traduce en que 30 millones de niños, que se esperaban superaran la barrera de la pobreza, no pudieron hacerlo debido a los contratiempos generados por la pandemia.
A la luz de estos hallazgos, y con la Asamblea General de la ONU a la vuelta de la esquina, el informe suena una alarma. Al continuar con la tendencia actual, no lograremos la ambiciosa meta propuesta por los Objetivos de Desarrollo Sostenible: erradicar la pobreza infantil extrema para 2030.
Ante este panorama, UNICEF y el Banco Mundial instantánea a los gobiernos de todo el mundo a tomar medidas inmediatas y decisivas. Es esencial priorizar programas que aborden específicamente la pobreza infantil. Además, es crucial diseñar políticas públicas que apoyen a familias con varios hijos y expandir el acceso a prestaciones universales por hijo a cargo.
En definitiva, el futuro de millones de niños está en juego. Mientras el mundo sigue lidiando con las secuelas de una pandemia sin precedentes, es nuestra responsabilidad colectiva garantizar que la próxima generación no cargue con las consecuencias de las adversidades actuales.
