La Iglesia de Jesucristo impacta a más de un millón de mexicanos con ayuda humanitaria en 2023
En un esfuerzo por enfrentar las crecientes necesidades humanitarias en México, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ha marcado un hito significativo durante el 2023 al beneficiar a más de 1 millón de personas a través de sus programas de ayuda. Colaborando estrechamente con diversas organizaciones y entidades gubernamentales, esta comunidad religiosa ha implementado 96 proyectos de impacto en al menos 28 estados del país, abordando desafíos sociales, alimentarios y económicos.
La iniciativa surge en un momento crítico, dado que, según las estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas, una proporción significativa de la población global requiere de asistencia para superar adversidades. México no es la excepción, y es aquí donde la Iglesia de Jesucristo destaca por su compromiso y acciones concretas para aliviar las dificultades de las comunidades más vulnerables.
Enfrentando Vulnerabilidades en Regiones Críticas
Los proyectos desplegados han tenido un alcance notable en regiones con altos índices de vulnerabilidad, incluyendo Oaxaca, Chiapas, Guerrero y otros, brindando soluciones a problemas sociales que afectan a estos estados. Lilian Guzmán, gerente de Autosuficiencia y Bienestar de la Iglesia, resalta el compromiso de la comunidad con el servicio y la creación de un entorno mejor para todos, enfatizando la importancia de garantizar el acceso universal a servicios básicos.
Colaboraciones Estratégicas para el Bien Común
La estrategia de colaboración ha sido clave para el éxito de estos proyectos, trabajando de la mano con asociaciones como APAC, Un Kilo de Ayuda, y diversas fundaciones y DIF regionales. Estas alianzas han permitido abordar áreas críticas como la alimentación, la educación, la atención médica, y la respuesta ante desastres y emergencias, entre otros.
Innovación y Compromiso Continuo
La Iglesia de Jesucristo no solo se concentra en brindar asistencia inmediata sino también en promover la autosuficiencia a largo plazo, a través de herramientas que empoderan a las comunidades para generar sus propios recursos. Mirando hacia el futuro, la Iglesia planea expandir aún más su alcance humanitario durante el 2024, continuando su labor en beneficio de las comunidades mexicanas en necesidad.
Este enfoque integral no solo subraya la importancia del compromiso con la ayuda humanitaria sino también la relevancia de la cooperación y la innovación en la búsqueda de un futuro más esperanzador para los más vulnerables en México.