Venezuela está a punto de perder su último glaciar por el calentamiento global
Venezuela enfrenta la inminente pérdida de su último glaciar, el Humboldt, ubicado en el estado Mérida a 4,916 metros de altura. Con solo 2 hectáreas de masa de hielo restantes, se estima que este glaciar podría desaparecer en los próximos años, convirtiéndose en el primer país de los Andes en perder todos sus glaciares. Este fenómeno es atribuido al cambio climático, que ha reducido drásticamente la extensión original de 450 hectáreas del glaciar Humboldt.
Julio César Centeno, profesor universitario y asesor de la Conferencia de Naciones Unidas para Medio Ambiente y Desarrollo (UNCED), afirma que la desaparición del glaciar es irreversible. A pesar de los esfuerzos del gobierno venezolano, como la instalación de mallas térmicas de polipropileno para reducir la incidencia de los rayos solares, los expertos son escépticos sobre su efectividad. “En Venezuela ya no hay glaciares, lo que tenemos es un pedazo de hielo con 0,4% de su extensión original”, comentó Centeno.
La pérdida de glaciares no solo afecta a Venezuela; la Cordillera de los Andes, que se extiende por Colombia, Perú, Ecuador, Bolivia, Argentina y Chile, también enfrenta el impacto del calentamiento global sobre sus glaciares. Este fenómeno global amenaza los ecosistemas y las comunidades que dependen de estos recursos.
Los estándares internacionales indican que un glaciar debe medir al menos 10 hectáreas para ser considerado como tal. Con solo 2 hectáreas restantes, el glaciar Humboldt ya no cumple con este criterio, por lo que muchos científicos lo clasifican como un campo de hielo. Maximiliano Herrera, climatólogo e historiador, subraya que el Humboldt está en sus últimos días y que la falta de una zona de acumulación para la recuperación del glaciar acelera su desaparición.
El aumento de las temperaturas globales y fenómenos como El Niño están provocando un deshielo más rápido en las zonas glaciares del planeta. Según expertos, la masa de hielo del Humboldt podría desaparecer en menos de cinco años, dejando a Venezuela sin glaciares y resaltando la urgencia de acciones globales para mitigar el cambio climático.