La inteligencia artificial: Un catalizador para la economía circular
La economía circular, un modelo que transforma los residuos en recursos reutilizables, ha ganado relevancia en el contexto empresarial, especialmente frente a la creciente crisis de desperdicio global. Con 2.120 millones de toneladas de residuos generados anualmente y un alarmante 99% de los productos comprados desechados en solo seis meses, la necesidad de un cambio es urgente. Sin embargo, a pesar de la mayor atención al tema, la implementación de la economía circular ha disminuido, con solo el 7,2% de la economía mundial siendo verdaderamente circular, según el Circularity Gap Report 2024. Este descenso refleja una preocupante caída del 21% en los últimos cinco años, mientras que el uso de materiales vírgenes ha alcanzado niveles sin precedentes.
En este escenario, la inteligencia artificial (IA) emerge como una herramienta crucial para revertir esta tendencia y promover una economía regenerativa. La IA no solo optimiza procesos, sino que también redefine el diseño de productos, los modelos de negocio y las infraestructuras, consolidándose como un pilar fundamental en la transición hacia un modelo económico más sostenible.
Diseño sostenible impulsado por IA
El diseño juega un papel crítico en la economía circular, ya que determina hasta el 80% del impacto ambiental de un producto. Según un artículo de Reuters, la IA, mediante capacidades de aprendizaje automático, facilita la creación rápida de prototipos y la exploración de múltiples opciones de diseño, acelerando la innovación en la sostenibilidad. Este enfoque permite a los diseñadores integrar principios clave de la circularidad, como el desmontaje y la maximización del contenido reciclado, lo que es esencial para transitar de un modelo lineal a uno circular, donde los productos se mantengan en uso durante más tiempo.
Además, la IA apoya la toma de decisiones en un entorno cada vez más complejo, donde la creciente disponibilidad de materiales avanzados y técnicas como la impresión 3D ofrece múltiples opciones, pero también presenta desafíos. Aquí, la IA actúa como un copiloto, ayudando a seleccionar las soluciones más sostenibles y efectivas.
Optimización de cadenas de suministro y gestión de residuos
En la gestión de la cadena de suministro, la IA está transformando la logística, una área crucial para la economía circular. Equipos como los de EY colaboran con empresas para implementar herramientas de IA que mejoren la eficiencia del transporte, reduzcan las emisiones de carbono y aborden problemas en la gestión de la cadena de suministro. Estos algoritmos también permiten prever la demanda con mayor precisión, evitando la sobreproducción y reduciendo el exceso de inventario, contribuyendo a una cadena de suministro más sostenible.
En cuanto a la gestión de residuos, la IA está revolucionando los procesos de reciclaje. Robots de clasificación, guiados por IA, son capaces de tamizar y clasificar residuos con una precisión casi humana en instalaciones de reciclaje. Un ejemplo inspirador es Plastic Bank, una organización que convierte residuos plásticos en una moneda, utilizando una plataforma habilitada por IA y blockchain. Este sistema permite a las personas canjear plásticos recolectados por bienes esenciales, promoviendo un modelo de economía circular que beneficia a las comunidades más necesitadas.
Desafíos y oportunidades en el manejo de residuos electrónicos
A pesar de los avances, la IA también enfrenta desafíos, especialmente en el manejo de residuos electrónicos, que podrían alcanzar 120 millones de toneladas anuales para 2050. Este tipo de residuos es la corriente de desechos sólidos de más rápido crecimiento, según la Organización Mundial de la Salud. Empresas tecnológicas están desarrollando estrategias para convertir estos residuos en recursos reutilizables, como el diseño de productos fácilmente desmontables y la incorporación de plásticos reciclados en sus componentes.
Sin embargo, queda mucho por hacer. La combinación del ingenio humano y la IA es esencial para abordar estos desafíos de manera estratégica. Adoptar un enfoque basado en la innovación y la sostenibilidad será clave para impulsar un cambio positivo que beneficie tanto a las personas como al planeta.
La inteligencia artificial tiene el potencial de ser un catalizador en la transición hacia una economía circular, ayudando a empresas y sociedades a adoptar un modelo más sostenible y responsable con el medio ambiente.
