Inversiones en startups de defensa se disparan en Europa a raíz de la guerra en Ucrania
El conflicto entre Ucrania y Rusia ha transformado el panorama global de la defensa y la seguridad, impulsando una ola de inversiones en startups tecnológicas dedicadas al desarrollo de soluciones de defensa. La creciente inestabilidad geopolítica en Europa ha generado una demanda urgente de innovación en sistemas de defensa avanzados, lo que ha acelerado la financiación de empresas emergentes en este sector.
Un ejemplo destacado de este fenómeno es la startup alemana Helsing, que ha captado 450 millones de euros en una ronda de financiación liderada por General Catalyst, con la participación de inversores de renombre como Accel, Saab, Plural, Lightspeed, Elad Gil y Daniel Ek, fundador de Spotify. Con esta nueva inyección de capital, Helsing ha alcanzado una valoración cercana a los 5,000 millones de euros. Esta operación financiera coincidió con la cumbre anual de la OTAN en Washington, donde la guerra en Ucrania y sus efectos en la seguridad europea fueron temas centrales de discusión.
Desde su fundación en 2021, Helsing se ha especializado en el desarrollo de software para defensa, enfocándose en tecnologías de inteligencia artificial y análisis de datos para la toma de decisiones en tiempo real en el campo de batalla. La empresa ha crecido rápidamente, captando un total de 769 millones de euros en diversas rondas de financiación. Además de desarrollar software para drones y aviones de combate, Helsing ha cerrado acuerdos importantes con gobiernos europeos y fabricantes de defensa.
Una de las principales alianzas de la startup es con el gobierno ucraniano, a través de la cual han trabajado para mejorar las capacidades defensivas de Ucrania desde que comenzó el conflicto con Rusia. En este sentido, Helsing ha jugado un papel crucial en la actualización del sistema de guerra electrónica del Eurofighter alemán, en colaboración con Saab. También se ha comprometido con la construcción de la infraestructura de inteligencia artificial del sistema de combate aéreo europeo (FCAS) junto con el consorcio HIS, un esfuerzo que busca asegurar la soberanía tecnológica de Europa en el ámbito de la defensa.
La expansión de Helsing no se limita a Europa Occidental. La empresa ha anunciado recientemente la creación de una filial en Estonia, con una inversión de 70 millones de euros en proyectos de defensa para reforzar la seguridad en la región del Báltico, un área crítica para la OTAN debido a su proximidad a Rusia. Según los fundadores de Helsing, Niklas Köhler, Torsten Reil y Gundbert Scherf, esta nueva etapa de financiación permitirá acelerar las investigaciones en I+D, y fortalecer las capacidades tecnológicas de defensa en una Europa que se encuentra en una “encrucijada de seguridad”.
El interés en startups de defensa como Helsing no se limita solo a esta compañía. El fondo de innovación de la OTAN, creado para apoyar a empresas emergentes en el ámbito de la seguridad, realizó sus primeras inversiones directas en junio de 2024. El fondo, que cuenta con un capital destinado de 1,000 millones de euros, ha apoyado a empresas como ARX Robotics, especializada en el despliegue masivo de sistemas de robótica para defensa; Fractile, una startup dedicada a la mejora de capacidades colectivas de inteligencia artificial; y Space Forge, que utiliza el entorno espacial para fabricar materiales avanzados de semiconductores para infraestructuras críticas.
Este aumento en la inversión en tecnología de defensa es un reflejo del creciente reconocimiento de la necesidad de contar con soluciones innovadoras para enfrentar las nuevas amenazas globales. Startups como Helsing y otras empresas emergentes se están posicionando como actores clave en la construcción del futuro de la defensa europea, al desarrollar tecnologías que no solo son más avanzadas, sino también más sostenibles y estratégicas para garantizar la estabilidad en la región.
