Inversiones en sostenibilidad de la UEFA reducen significativamente la huella de carbono de la EURO 2024
La UEFA, organismo rector del fútbol en Europa, ha revelado los resultados de sus esfuerzos de sostenibilidad tras el torneo UEFA EURO 2024. A través de una inversión de 29,6 millones de euros en iniciativas medioambientales y sociales, la organización logró reducir las emisiones de carbono del evento en un 21% respecto a las previsiones iniciales. Este esfuerzo, reflejado en el informe ESG publicado en Frankfurt, se alinea con el compromiso de la UEFA de fomentar prácticas sostenibles en sus competiciones, destacando los valores ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) que considera esenciales para su desarrollo a largo plazo.
El evento, que reunió a más de 2,67 millones de aficionados en los estadios de Alemania y atrajo a 5.400 millones de espectadores televisivos en todo el mundo, se organizó bajo un marco de sostenibilidad enfocado en la eficiencia energética, la gestión de residuos y la reducción de emisiones de transporte. Para lograr sus objetivos, la UEFA implementó un total de 150 medidas de rendimiento supervisadas por un equipo de 17 directivos de sostenibilidad y apoyadas por más de 500 voluntarios. Estas medidas incluyeron 50 acciones ambientales concretas, las cuales permitieron reducir la huella de carbono del torneo y recibir la calificación más alta de sostenibilidad por parte de la entidad de verificación DEKRA.
Uno de los aspectos centrales del plan de sostenibilidad fue el uso de energía verde en los diez estadios donde se llevaron a cabo los partidos, lo que contribuyó significativamente a la reducción de emisiones. Además, el torneo adoptó los cuatro principios “R” (reducir, reutilizar, reciclar y recuperar) para disminuir el impacto ambiental. En comparación con la edición de la EURO 2016, el torneo de 2024 registró un 36% menos de residuos, en parte gracias a la implementación de vasos reutilizables para servir 4,8 millones de bebidas, eliminando así el uso de plásticos desechables.
Para reducir el impacto del transporte, la UEFA incentivó el uso de transporte público gratuito para los poseedores de entradas, lo que resultó en un 81% de los asistentes usando esta opción. También hubo una notable reducción del 75% en los vuelos de las federaciones nacionales participantes en comparación con el torneo de 2016, marcando un avance en la minimización de las emisiones relacionadas con los desplazamientos de equipos y aficionados.
La UEFA también creó un Fondo Climático de 7 millones de euros, destinado a apoyar 272 proyectos de infraestructura sostenible en clubes y asociaciones deportivas de toda Alemania. Esta inversión tiene como objetivo no solo compensar las emisiones, sino también promover una red de instalaciones deportivas que operen de manera ecológica y sirvan de modelo para futuras competiciones.
El impacto social fue otro pilar clave de la estrategia ESG de la UEFA. Se habilitaron más de 10.000 lugares accesibles para aficionados con discapacidades, garantizando una mayor inclusión en los estadios, y se pusieron a disposición 387.000 entradas a un precio reducido de 30 €, facilitando así el acceso de un público diverso al evento.
Tras el éxito de las iniciativas sostenibles en la EURO 2024, la UEFA planea aplicar el mismo marco ESG a la UEFA EURO Femenina 2025 en Suiza y a todas las finales de competición de la UEFA en adelante. Con estos pasos, la organización busca establecer nuevos estándares de sostenibilidad en el deporte, promoviendo un modelo que equilibre la emoción del fútbol con el compromiso de un impacto ambiental y social positivo.
