Estudiantes indígenas de Oaxaca triunfan con un innovador sistema de purificación de agua

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AGUA

Shanni Valeria Mora Fajardo y Rosa Mendoza Sosa, dos jóvenes indígenas zapotecas de Teotitlán del Valle, Oaxaca, han puesto en alto el nombre de México al ganar el Stockholm Junior Water Prize, conocido como el “Nobel Juvenil del Agua”. Este galardón internacional reconoce su diseño de un sistema de filtración que elimina residuos químicos del agua utilizada en el teñido textil, un proceso clave en la fabricación de artesanías tradicionales de lana.

El proyecto, titulado “Filtro casero como alternativa en la reutilización del agua entintada en el cultivo de hortalizas”, consiste en un sistema innovador que permite filtrar las tinturas residuales y reaprovechar el agua para el riego de cultivos. Este diseño no solo es una solución práctica y sostenible, sino también una herramienta que aborda problemas ambientales y sociales en su comunidad. Bajo la guía de la profesora Brenda Jarquín Martínez, Shanni y Rosa investigaron, diseñaron y probaron la eficacia de su sistema, demostrando su compromiso con la ciencia aplicada al beneficio social.

Ciencia con identidad y resiliencia

A pesar de enfrentar desafíos significativos, como la falta de recursos y el estigma que puede acompañar a ser mujeres indígenas en el ámbito científico, Shanni y Rosa lograron destacarse en una competencia internacional en Estocolmo, Suecia. Ambas estudiantes cursan el quinto semestre de bachillerato y son hablantes de zapoteco, lo que enriqueció su perspectiva para abordar un problema ambiental directamente vinculado a la economía local y la preservación de sus tradiciones.

“Queremos demostrar que las mujeres, sin importar nuestro origen, podemos liderar en la ciencia. Este premio es un paso hacia la visibilización y la equidad de género en nuestro campo,” expresó Shanni. Las jóvenes también destacaron cómo su triunfo es una forma de inspirar a otras mujeres indígenas y romper estereotipos que limitan las oportunidades en la ciencia y tecnología.

Un impacto más allá del premio

El logro de estas estudiantes subraya la importancia de la innovación local para resolver problemas globales. Su sistema no solo responde a la necesidad de limpiar el agua contaminada en procesos textiles, sino que también contribuye al uso responsable del recurso en zonas rurales. Este enfoque sostenible tiene el potencial de ser replicado en otras regiones con problemáticas similares, mostrando cómo la ciencia puede ser una herramienta para preservar la cultura y el medio ambiente.

La victoria de Shanni y Rosa también pone de manifiesto la necesidad de cerrar la brecha de género en la ciencia y resalta el valor de las voces indígenas en los avances tecnológicos. Su éxito es un recordatorio de que la creatividad, el esfuerzo y la dedicación pueden abrir puertas en cualquier escenario, incluso en uno de alcance global.

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