Las Instituciones Financieras como agente de cambio para la Sostenibilidad
DoGood People, organización comprometida con la promoción de la cultura sostenible en las empresas, llevó a cabo su primer evento enfocado en la aplicación de la sostenibilidad en el sector bancario, reafirmando su papel como líder en la promoción de estrategias empresariales responsables.
Hoy las instituciones financieras son actores clave para impulsar la transición hacia un futuro más verde y equitativo. Durante el foro titulado “El Futuro de la Sostenibilidad: Finanzas y Cultura Sostenible”, cuatro expertas en finanzas y estrategias sostenibles destacaron el papel fundamental de la banca hacia inversiones responsables. Subrayaron que estas acciones no sólo impulsan el desarrollo económico, sino que también contribuyen al bienestar social y a la preservación del medio ambiente.
Reunidas por la plataforma tecnológica que impulsa la participación de colaboradores en la estrategia ASG de las organizaciones, Gema Sacristán, Socia y Líder en Sostenibilidad y Cambio Climático de Deloitte en México, Maríté Chavira, Directora de ASG en Citibanamex, Mariuz Calvet, Chief Sustainability Officer de Banco Santander y María Ariza, CEO en BIVA (Bolsa Institucional de Valores), y teniendo como moderadora a Patricia Tatto, Vicepresidenta de America’s @ATA Renewables, aseguraron que en la inversión ambiental, social y de gobernanza (ASG), México es líder en algunos productos como en bonos temáticos con 14,000 millones de dólares lanzados durante 2023. La banca es un agente de cambio que juega un papel determinante, promoviendo la inclusión financiera y la democratización del acceso a recursos además de la preservación del medioambiente gracias a que:
- México es líder en finanzas sostenibles: El país se posiciona a la vanguardia de la región gracias a avances en regulación y la adopción de criterios ASG, impulsando prácticas responsables en el sector financiero.
- Gestión de riesgos climáticos: Las instituciones financieras implementan análisis ASG para identificar y mitigar los riesgos asociados a fenómenos climáticos extremos, protegiendo tanto a los inversores como a las comunidades.
- Innovación en productos financieros: Bonos temáticos, líneas verdes y bonos temáticos entre otros productos de inversión responsable están transformando la economía hacia modelos más sostenibles e inclusivos, alineados con las necesidades del mercado.
- Movilización de capital para proyectos sostenibles: Los esfuerzos se concentran en financiar iniciativas como infraestructura sostenible y tecnologías limpias como la energía renovable entre otras que contribuyen significativamente a los objetivos globales de reducción de emisiones de carbono.
“La banca fue el primer impulsor de la sostenibilidad, lo abordó inicialmente como un riesgo y luego como una oportunidad para crear valor. Se desarrollaron sistemas de gestión social y ambiental (conocidos como SARAS) y luego a través de productos financieros especializados inicialmente en líneas verdes. Con el tiempo, la agenda se amplió hacia temas sociales, integrando la inclusión financiera, equidad de género, y diversidad e inclusión, consolidando su rol clave en la transformación sostenible”, aseguró Gema Sacristán de Deloitte, quien en otro momento del panel dijo:
“Debemos canalizar ahorro con inversión a través de distintas alternativas de inversión como los bonos temáticos que permiten al inversor obtener retornos financieros junto con beneficios sociales y medioambientales. El futuro ideal sería aquel en el que todos pudiéramos invertir en este tipo de bonos, utilizando tecnologías como la blockchain para fraccionarlos y facilitar su compra, ya que actualmente los inversores minoristas enfrentan barreras de entrada debido a los grandes montos requeridos para invertir en este tipo de producto financiero. El objetivo es democratizar las finanzas sostenibles (e impactar) a través de los mercados de capitales”.
Por su parte, María Ariza, CEO en BIVA MX, afirmó que “los criterios ASG se han convertido en un enfoque clave para los inversionistas, impulsando la demanda de productos sostenibles en los mercados. Este interés motiva a las empresas a etiquetar sus productos y bonos bajo estos estándares, impulsando al desarrollo de estas prácticas en el mercado. En 2023, México destacó al emitir 14,000 millones de dólares en productos ASG, liderando la región y atrayendo a inversionistas interesados en estas características. Este avance refleja un creciente apetito, mayor participación empresarial y una regulación que apoya la transición hacia la sostenibilidad a través de los mercados financieros”.
Maríté Chavira, Directora de ASG en Citibanamex, recordó que “La pandemia fue un punto de inflexión para la sostenibilidad y los criterios ASG, ya que transformó la percepción de directores y clientes, quienes comenzaron a demandar estrategias de sustentabilidad. El cambio de mentalidad fue clave, reconociendo que no solo los inversionistas, sino también los clientes exigen un trato adecuado a los colaboradores. Un reto importante fue involucrar a las Pymes, que son fundamentales para la banca, en este cambio, ya que su participación es esencial para lograr una transformación real. La implementación de las estrategias debe ser parte del trabajo cotidiano de todos los miembros de una organización, sin que esto implique sobrecargas, sino adaptando sus responsabilidades para integrar los principios ASG”.
“En México, el 85% de los activos bancarios se concentra en seis bancos principales, de los cuales cinco tienen casas matrices en países con regulaciones ASG avanzadas. Esto ha impulsado a estas instituciones a adoptar estrategias de sostenibilidad desde hace más de 20 años, comenzando con la gestión de riesgos socio ambientales y evolucionando hacia productos financieros etiquetados bajo estándares ASG. Aunque el progreso es desigual entre los cerca de 50 bancos del país, los principales ya exigen a empresas datos ASG, planes de transición y metas claras. Sin embargo, es crucial que todos los bancos adopten estándares consistentes para evitar que proyectos con impactos negativos encuentren financiamiento en instituciones menos avanzadas. En la asociación de bancos y en la banca en México es vital poner el piso parejo comenzando con productos, y los principales sistemas de riesgo”, afirmó Mariuz Calvet, CSO de Banco Santander.
Asimismo, las panelistas coincidieron al señalar que la capacitación y desarrollo de una cultura sostenible que permee toda la organización, y que sea responsabilidad de cada miembro de la empresa, es vital para acelerar una transición sostenible.
“El cambio radica en construir una cultura de sostenibilidad desde el interior de las organizaciones, involucrando a colaboradores, clientes, accionistas, proveedores y consejeros. Es crucial que comprendan su rol en estos temas y conceptos clave, para impulsar acciones concretas. Somos aliados y promotores”, aseguró Maríté Chavira, Directora de ASG en Citibanamex.
Es de gran relevancia “educar a los ejecutivos bancarios sobre sostenibilidad para que puedan liderar conversaciones y guiar a los clientes hacia la descarbonización. A menudo, las empresas se centran únicamente en paneles solares, pero existen muchas oportunidades dentro de la taxonomía mexicana de sostenibilidad, que incluye 124 actividades en diversos sectores. Se tiene que ampliar el enfoque de los banqueros para que puedan identificar más soluciones. La sostenibilidad es una oportunidad de negocio, no una carga adicional”, urgió Mariuz Calvet.
En tanto, Gema Sacristán aseguró: “En el camino hacia la sostenibilidad, es fundamental no descuidar tres aspectos clave: formación, cultura y comunicación. La comunicación, tanto interna como externa, debe ser equilibrada, evitando prácticas como el greenwashing y el greenhushing. La sostenibilidad es un proceso de transformación continua, y reconocer tanto las áreas de mejora como los avances es parte del camino”.
Por su parte Virginia García Aragón, Country Manager de DoGood People, resaltó que “los trabajadores son clave en la sostenibilidad corporativa y finanzas verdes, no solo por ejecutar acciones, sino como agentes de cambio. Para maximizar su impacto, las empresas deben invertir en tecnología, fomentar la participación activa y reconocer las contribuciones individuales y colectivas. Un enfoque centrado en los empleados mejora la efectividad de las estrategias sostenibles, fortalece la cohesión interna, aumenta la productividad y posiciona a la organización como líder en responsabilidad social y ambiental. La sostenibilidad es un esfuerzo colectivo, y el compromiso de los trabajadores es esencial para convertir las metas en resultados.
Al cierre del evento, María Ariza, lanzó un llamado. “¡Estamos en urgencia! Si alcanzamos un calentamiento global de 2.5 grados en los próximos 25 años, las pérdidas financieras podrían llegar al 5% del PIB de la región, pero lo más grave serán las vidas que se perderán y la calidad de vida que dejaremos a las futuras generaciones.
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