Desmitificando la discapacidad: Hacia una inclusión real y equitativa
La discapacidad sigue siendo objeto de mitos que fomentan la exclusión y limitan el acceso a oportunidades para millones de personas. Especialistas en inclusión y derechos humanos han enfatizado la necesidad de cambiar las narrativas sobre la discapacidad para garantizar una sociedad más equitativa y accesible.
Durante la semana “VOCES y Mitos de la Dignidad Humana”, expertos analizaron el impacto de las creencias erróneas en la inclusión social. En el panel “Mitos que lastiman, narrativas que transforman”, se destacó cómo los discursos basados en la lástima y el asistencialismo perpetúan barreras en el acceso a la educación, el empleo y la vida cotidiana.
Según el INEGI, en México 8.9 millones de personas viven con alguna discapacidad, lo que representa el 6.8% de la población. A pesar de su presencia en distintos sectores, siguen enfrentando dificultades para acceder a derechos básicos debido a estereotipos y prejuicios sociales.
Lilian Salazar, coordinadora del Comité Consultivo de Personas con Discapacidad, subrayó que el lenguaje y la percepción social juegan un papel clave en la inclusión. Para ejemplificarlo, mencionó el caso de Franklin D. Roosevelt, expresidente de Estados Unidos, cuya discapacidad se ocultó durante décadas para evitar cuestionamientos sobre su liderazgo.
Mitos comunes sobre la discapacidad
Los especialistas desmintieron varias creencias erróneas que afectan la integración de las personas con discapacidad:
- “Las personas con discapacidad necesitan caridad” La visión asistencialista las reduce a objetos de lástima, ignorando sus derechos como ciudadanos con plenos derechos y capacidades.
- “El esfuerzo personal es suficiente para el éxito” Ignora las desigualdades estructurales. Sin accesibilidad, educación inclusiva y oportunidades laborales, las personas con discapacidad enfrentan desventajas sistemáticas.
- “Las personas con discapacidad son menos capaces” La capacidad depende de las oportunidades y los ajustes que la sociedad brinde. El liderazgo de Roosevelt es un claro ejemplo de cómo una discapacidad no define la capacidad de una persona.
- “La discapacidad es un problema individual que debe superarse” El capacitismo impone la idea de que las personas con discapacidad deben adaptarse al sistema, cuando es la sociedad la que debe garantizar entornos inclusivos.
- “La accesibilidad es solo para personas con discapacidad” Los entornos accesibles benefician a toda la población, ya que promueven mayor comodidad y funcionalidad en los espacios públicos y privados.
Hacia una sociedad más accesible e incluyente
Garantizar la accesibilidad no es un acto de caridad, sino un derecho fundamental. Para lograr una verdadera inclusión, es necesario modificar las estructuras sociales, impulsar políticas públicas efectivas y transformar el lenguaje con el que se aborda la discapacidad.
Los expertos concluyeron que la accesibilidad debe integrarse en todos los aspectos de la vida cotidiana, desde el diseño de espacios urbanos hasta el ámbito laboral y educativo. Construir una sociedad sin barreras es un compromiso colectivo que beneficia a todos.
