La junta independiente de Ben & Jerry’s, conocida por su activismo social, emitió un comunicado en el que califica la guerra en Gaza como un “genocidio”, sumándose a las voces internacionales que exigen el fin de la violencia. La declaración fue divulgada en medio de una creciente tensión entre la marca de helados y su empresa matriz, Unilever.
“Ben & Jerry’s cree en los derechos humanos y aboga por la paz. Nos unimos a quienes en todo el mundo denuncian el genocidio en Gaza”, indicó la junta en el comunicado. También expresó su apoyo a las personas que han alzado la voz desde distintos espacios, ya sea mediante marchas, firmas de peticiones o actos de desobediencia civil.
Unilever, por su parte, aclaró que las declaraciones provienen únicamente de la junta social independiente de Ben & Jerry’s y que no representan la postura del grupo. “Pedimos paz en la región y alivio para todas las personas afectadas por el conflicto”, señaló un portavoz.
El desacuerdo entre ambas partes no es nuevo. Desde 2021, Ben & Jerry’s ha cuestionado abiertamente decisiones relacionadas con su operación en territorios ocupados, y en 2022 llegó a demandar a Unilever por supuestos intentos de restringir su libertad de expresión sobre Gaza y otros temas políticos.
La disputa también surge en un contexto de reestructuración: Unilever planea separar su división de helados —que incluye a Ben & Jerry’s— como una empresa independiente este verano.
Aunque la marca ha sido históricamente vocal en temas sociales, esta declaración marca una posición particularmente contundente, al tiempo que la compañía matriz busca mantenerse al margen, reiterando su llamado a la paz sin alinearse con ningún bando del conflicto.
