Unilever acordó mantener sin cambios las condiciones laborales de sus trabajadores del área de helados en Europa y Reino Unido por al menos tres años después de la escisión de esta división, según un memorando revisado por Reuters. Esta decisión triplica el período mínimo habitual que exigen las leyes laborales de la Unión Europea y el Reino Unido, donde los contratos pueden renegociarse un año después de un cambio estructural como una venta o escisión.
La medida fue comunicada por el Consejo Europeo de Trabajadores a los empleados tras casi un año de negociaciones, y garantiza que no se deteriorarán aspectos como salarios, bonificaciones, planes de acciones, pensiones y vacaciones para los aproximadamente 6,000 trabajadores de la división.
El negocio de helados, que incluye marcas como Magnum y Wall’s, tendrá su sede bursátil principal en Ámsterdam y pasará a operar como compañía independiente a partir del 1 de julio bajo el nombre The Magnum Ice Cream Company. Se espera que la escisión se concrete formalmente a finales de 2025.
Aunque en un inicio se preveían unos 3,200 recortes de personal en Europa como parte de los 7,500 despidos globales anunciados por Unilever, una reubicación interna hacia la nueva unidad de helados ha permitido reducir casi a la mitad esa cifra.
La junta independiente de Ben & Jerry’s no participó en las negociaciones con el Consejo Europeo de Trabajadores ni fue consultada sobre este proceso, según fuentes cercanas al acuerdo.