- McKinsey (2022), confirmó que hoy en día la sustitución total de plásticos por materiales alternativos, podría triplicar o cuadruplicar la huella de carbono total de los envases.
- La economía circular del plástico puede reducir la contaminación plástica en un 80% para 2040 (UNEP, 2023).
- La educación ambiental es indispensable para enfrentar el desafío ambiental que es complejo y requiere entender todas las dimensiones del problema.
Si queremos soluciones efectivas, es importante abordar el sistema completo de contaminación, no solo un componente aislado como lo es el plástico. Cuando observamos el problema de la contaminación en mares y playas, es fácil enfocarse en lo que vemos flotando (el plástico). Sin embargo, la salud de los océanos y de otros sitios naturales, depende de múltiples factores: derrames de petróleo, metales pesados y por supuesto, residuos plásticos mal gestionados.
“Los problemas complejos no se resuelven con soluciones simplistas. Al abordar el tema del plástico, debemos contar toda la historia, considerar el sistema completo y tomar decisiones basadas en evidencia y en análisis de ciclo de vida. Solo así podremos avanzar hacia un modelo verdaderamente sostenible y responsable”, aseguró Montserrat Ramírez, directora de Operaciones PET en ECOCE A.C.
¿Es posible que el plástico bien gestionado reduzca la contaminación?
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por su siglas en inglés), algunos materiales, como ciertos plásticos, han permitido avances importantes en sostenibilidad, como por ejemplo, la conservación de entre 40 y 70% de alimentos en la cadena logística y en la reducción del desperdicio. Además en 2022 la consultora McKinsey confirmó que hoy en día la sustitución total de plásticos por materiales alternativos, podría triplicar o cuadruplicar la huella de carbono total de los envases.
El plástico está presente en más del 50% de los productos de uso cotidiano (OCDE, 2022). Si analizamos nuestro entorno y nuestras actividades, podremos observar que la presencia del plástico es fuerte y constante, va desde materiales de construcción, fibras sintéticas, aditamentos de limpieza y de salud, hasta todos los artefactos tecnológicos de los cuales somos dependientes.
La practicidad del uso del plástico en las diferentes industrias ha generado grandes beneficios económicos, medioambientales y sanitarios. Entonces, ¿es viable su eliminación? Técnicamente eliminar los plásticos hoy en día no es posible, pues podría tener afectaciones ambientales aún mayores. Lo que sí es posible y viable es mejorar cómo los diseñamos, cómo los consumimos y cómo los integramos en sistemas circulares. El reto es repensar el sistema de producción, consumo y disposición para que los materiales circulen de forma responsable, minimizando su impacto.
De acuerdo con la UNEP, la economía circular del plástico puede reducir la contaminación plástica en un 80% para 2040. Hoy en día el sistema que más beneficios medioambientales está generando es la economía circular, que es el sistema de reaprovechamiento de materiales para alargar su vida útil. Para que esta transición sea posible, los sistemas de reutilización y reciclaje son esenciales, así como la participación y trabajo conjunto entre Gobierno, Industria y sociedad civil. En México, un ejemplo muy claro de este sistema es el proceso botella a botella implementado por la industria de consumo.
Gracias a la economía circular, en 2024, México se consolidó como un referente regional en reciclaje, alcanzando una tasa de recuperación de PET del 64% y una capacidad instalada para reciclar el 81% de las botellas post consumo, lo que significa que 8 de cada 10 pueden reincorporarse al ciclo productivo. El acopio de 79 mil toneladas de materiales reciclables y la canalización para su reciclaje se traduce en 136 millones de kilogramos de CO2 que no se emitieron a la atmósfera, lo que ayuda a disminuir el cambio climático global, uno de los principales objetivos de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. Esto equivale a haber plantado 5.6 millones de árboles o 15 Bosques de Chapultepec.
“ECOCE seguirá trabajando para que los residuos plásticos dejen de ser vistos como basura y se reconozcan como recursos que pueden tener una segunda vida. La educación, la participación y la corresponsabilidad son clave para lograrlo. Porque el compromiso con el medio ambiente no es de unos cuantos: es de todos”, concluyó Ramírez.
Cuando se comunican los retos del plástico, a veces se simplifican demasiado las causas y las soluciones. El desafío ambiental es complejo y requiere entender todas las dimensiones del problema. Contar toda la historia —los impactos negativos, pero también los roles esenciales de ciertos materiales— es clave para tomar decisiones informadas y avanzar hacia un sistema más sostenible para todos. Por esto, es importante que separemos bien nuestros residuos ya que nuestro trabajo es clave para construir un proyecto más completo y realista en el tema de los plásticos, y preguntémonos qué acción podemos implementar hoy: ¿esperar por un material que pueda sustituir los servicios que hoy en día brinda el plástico, o tomar responsabilidad de nuestro post consumo y erradicar la contaminación que nosotros mismos generamos?