Ante presiones políticas y recortes presupuestarios, cerca del 80 % de las empresas está recortando o posponiendo sus metas ESG (ambientales, sociales y de gobernanza). Sin embargo, esta estrategia de “retroceder en ESG” puede alejar a los consumidores y erosionar la confianza de manera irreversible.
El nuevo consumidor exige acciones, no discursos
- El 86 % de los consumidores espera que las marcas impulsen el cambio social.
- El 77 % pierde el respeto por empresas que priorizan ganancias sobre el bienestar del planeta.
- Ya no basta con reportes: la coherencia y el impacto real determinan la lealtad.
Consecuencias del silencio
- Caída en la reputación y en las ventas.
- Pérdida de ventaja competitiva frente a marcas que mantienen su compromiso sostenible.
- Desconexión con un segmento creciente de compradores conscientes.
Ejemplos de liderazgo ESG
- The Honest Company y Rivian integran la sostenibilidad en cada decisión: desde el diseño del producto hasta la experiencia del usuario.
- Estas empresas demuestran que la rentabilidad y la responsabilidad social pueden ir de la mano sin recurrir al “greenhushing”.
Cómo avanzar sin comprometer recursos
- Rediseñar procesos: usar envases reciclados, envíos carbono neutro y abastecimiento ético visible.
- Personalizar metas: emplear datos de consumidores para alinear iniciativas ESG con sus verdaderas prioridades.
- Comunicar con honestidad: reconocer logros y desafíos para construir una narrativa auténtica.
Retroceder no es una opción: en un mercado donde la sostenibilidad es parte integral del valor de marca, la inacción equivale a perder clientes y relevancia. Avanzar con propósito se convierte en la única ruta rentable y urgente.



