Por Mauricio Elías
Los primeros seis meses de la segunda administración del presidente Donald Trump han estado marcados por dos términos: incertidumbre y aranceles. La amenaza de la imposición de aranceles a todos los países del mundo por parte de Estados Unidos supone el resquebrajamiento de los principios del libre comercio que tuvo sus orígenes a finales de la década de los setenta del siglo XX.
Durante la primera administración de Trump, el gobierno mexicano había logrado con éxito renegociar el Tratado de Libre de Comercio de América (TLCAN) que había entrado en vigor en 1994 y estuvo en vigor 26 años. Con el TMEC (Tratado México, Estados Unidos y Canadá), México se convirtió, en los últimos cinco años, en el primer socio comercial de Estados Unidos por encima de Canadá y China, país con el que Estados Unidos aún tiene un déficit comercial pronunciado y que el gobierno de Estados Unidos ha tratado de revertir por medio de la imposición de aranceles a productos estratégicos chinos.
La entrada en vigor del TLCAN consolidó la vocación exportadora de México que en décadas anteriores se había concentrado en pocos bienes con especial acento en el petróleo y algunos productos derivados de este, así como de minerales como la plata, oro, y cobre. El libre comercio supuso para México, que las exportaciones no petroleras, especialmente las manufactureras, cobraran relevancia ya que se habían establecido cadenas de valor con Estados Unidos que permitían a empresas transnacionales situadas en Estados Unidos aprovechar los beneficios de la mano de obra mexicana.
A pesar de todos los beneficios que el libre comercio ha traído a la economía estadunidense a lo largo de más de 30 años por medio del TLCAN y TMEC además de una batería de tratados comerciales firmados con muchos otros países alrededor del mundo, en el segundo mandato del presidente Trump la decisión ha sido imponer aranceles a todos los países argumentando que el mundo entero se ha beneficiado de los consumidores estadunidenses y con esto, intentar que ciertos procesos productivos regresen al territorio estadunidense y así contrarrestar la pérdida de puestos de trabajo en ciertas regiones muy afectadas por la relocalización de la planta productiva en países que ofrecían ventajas comparativas en términos de costos.
Sin embargo, la relocalización de procesos productivos en territorio estadunidense no sucederá en el corto plazo como desea el gobierno estadunidense, lo que sí ha logrado es renegociar con varios países las condiciones comerciales de manera bilateral, ejerciendo su poder de negociación preponderante y estableciendo las bases para la extinción del multilateralismo.
En el caso de México, la imposición de aranceles a las exportaciones ha tenido un efecto considerable. A algunas mercancías que no están consideradas en el TMEC les han sido aplicadas tasas arancelarias mayores como en el caso del acero y el aluminio, se estima que el alcance de esta medida abarca alrededor del 5 por ciento de las exportaciones mexicanas y que la tasa promedio de aranceles aplicada a los productos mexicanos se ubica en un rango del 6 al 8 por ciento.
La serie de negociaciones que han sostenido las autoridades de comercio de ambos países han logrado que el comercio entre México y Estados Unidos siga siendo fluido. Con cifras preliminares del INEGI a junio de 2025, se observa que las exportaciones de México a Estados Unidos han sufrido leves caídas en abril y junio de 2025, sin que se identifique un impacto significativo hasta el momento.
Si bien el impacto de la imposición de aranceles ha sido reducido sobre el comercio bilateral hasta el momento, la incertidumbre tiene un efecto negativo y permanente principalmente en la toma de decisiones de inversión, lo que tiene implicaciones en la generación de fuentes de trabajo, recaudación de impuestos, entre otros.
La estrategia de prudencia que ha seguido el gobierno mexicano parece que ha sido acertada ante los desvaríos de la administración estadunidense, sin embargo, la incertidumbre será un elemento con el que México y el mundo tendrá que seguir lidiando en los próximos años.



