La multinacional de bienes de consumo Unilever anunció que llevará a cabo una revisión de sus 200 puestos directivos más importantes a nivel global, con el objetivo de realizar un “refresh” del 25 %. Esta medida forma parte de un plan más amplio de transformación organizacional que incluye el recorte de 7,500 empleos en todo el mundo, con la intención de mejorar el desempeño de la compañía y elevar sus márgenes de rentabilidad.
El anuncio se dio durante la Conferencia Global de Bienes de Consumo de Barclays, donde la empresa subrayó que estos cambios buscan responder a los desafíos de subrendimiento que ha enfrentado en los últimos años.
Cambio de liderazgo y aceleración de la estrategia
El gigante detrás de marcas como Dove, Knorr, Hellmann’s y Axe atraviesa una etapa de profunda reestructuración tras la salida de su entonces director ejecutivo Hein Schumacher, ocurrida en febrero de este año. En su lugar asumió Fernando Fernández, hasta entonces director financiero, quien se ha propuesto acelerar los planes de reorganización que ya estaban en marcha.
Fernández ha señalado que la empresa necesita ser más ágil y eficiente, con estructuras de liderazgo renovadas que permitan responder de mejor manera a un mercado global cada vez más competitivo.
Unilever frente al reto de recuperar márgenes
El plan de revisión de los puestos más altos apunta a garantizar que los perfiles que ocupen dichas posiciones estén alineados con la visión de crecimiento y eficiencia de la compañía. Según la dirección, el “refresh” de un cuarto de los roles permitirá abrir espacio a nuevos liderazgos, fortalecer capacidades digitales y acelerar la toma de decisiones.
El recorte de empleos anunciado previamente —7,500 en todo el mundo— se suma a esta estrategia como una medida de ajuste destinada a reducir costos y optimizar procesos internos.
Una multinacional en transición
Fundada hace más de 90 años, Unilever es uno de los mayores grupos de bienes de consumo del mundo, con presencia en más de 190 países y un portafolio que alcanza a 3,400 millones de consumidores diariamente. Sin embargo, en los últimos años ha enfrentado presiones por la desaceleración de sus ventas, el incremento de costos en materias primas y una fuerte competencia en segmentos clave.
Con estas decisiones, la compañía busca revertir su desempeño financiero, recuperar competitividad y responder a las demandas de accionistas e inversionistas, quienes han presionado por resultados más sólidos.



