Aunque la alimentación y la agricultura son responsables de un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero, el tema apenas aparece en la cobertura mediática sobre la crisis climática. Un análisis de Sentient Media halló que, de 940 artículos publicados en medios como The Guardian y The New York Times, solo el 3.8% mencionaba la ganadería o la producción de carne.
Un sector clave pero invisibilizado
La producción de carne genera casi el 60% de las emisiones climáticas del sector alimentario, además de estar vinculada directamente a la deforestación y la pérdida de biodiversidad. Sin embargo, gran parte de la población desconoce esta relación. Encuestas en Estados Unidos muestran que los ciudadanos subestiman el impacto de su dieta en el calentamiento global, en parte porque los medios centran la atención en combustibles fósiles y omiten la dimensión alimentaria.
El peso cultural y económico
Especialistas advierten que hablar de dietas es políticamente delicado. El consumo de carne está ligado a tradiciones culturales y la industria cárnica despliega campañas de comunicación que buscan minimizar la atención sobre su impacto ambiental. Esta presión, sumada al temor de polarizar a la opinión pública, ha retrasado por décadas el debate sobre alimentación en la agenda climática.
Consecuencias visibles en los ecosistemas
La producción de carne transforma el uso del suelo a escala global. Cerca del 80% de la tierra agrícola se destina a pastoreo o cultivo de forrajes, lo que acelera la deforestación de bosques tropicales y amenaza la biodiversidad. El periodista Michael Grunwald lo sintetiza así: “Cuando comes una hamburguesa, no solo comes una vaca. Te comes el Amazonas”.
El rol de los medios en el cambio
Expertos como Timothy Searchinger sostienen que, sin una reducción global en el consumo de carne —en especial de rumiantes en países desarrollados—, será imposible frenar la crisis climática. En este escenario, los medios tienen un papel decisivo: visibilizar la relación entre dieta y clima para transformar conocimiento en acción.
La crisis climática no podrá resolverse solo con energías renovables o la reducción de combustibles fósiles. La alimentación, la agricultura y el consumo de carne son piezas centrales del rompecabezas. Integrar este tema en la narrativa pública es clave para avanzar hacia un futuro sostenible y justo.



