Por Klaus Gérman Phinder
Presidente de la revista Ganar-Ganar y CEO de Klaus Gérman PH & Asociados
Durante años, los temas ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) fueron tratados como cuestiones de reputación o marketing. Sin embargo, en 2025, México ha tomado un paso decisivo: reportar ESG ya no es opcional; es una obligación formal respaldada por normas nacionales.
El Consejo Mexicano de Normas de Información Financiera y Sostenibilidad (CINIF) publicó las Normas de Información de Sostenibilidad (NIS): la NIS A-1 y la NIS B-1. Estas normas establecen un marco claro y obligatorio para que las empresas reporten, con evidencia y datos verificables, su desempeño en materia ESG.
Este cambio es fundamental, respondiendo a la creciente demanda de inversionistas, gobiernos y consumidores, y alineando a México con estándares internacionales, como los de la IFRS Sustainability Disclosure Standards del ISSB. Entramos en la era del ESG medible, auditable y obligatorio.
Requisitos de las nuevas normas
Las normas NIS, vigentes desde el 1 de enero de 2025, obligan a muchas empresas a presentar información de sostenibilidad como parte de sus estados financieros, estableciendo:
- NIS A-1: Define principios, objetivos, y criterios de calidad para los reportes ESG.
- NIS B-1: Introduce 30 Indicadores Básicos de Sostenibilidad (IBSO) que deben ser divulgados. Estos indicadores incluyen 21 cuantitativos y 9 cualitativos, clasificados en ambiental, social y gobernanza.
Estos indicadores deben presentarse de forma comparativa año con año. El CINIF proporciona formatos estandarizados y permite aplazamientos para ciertos indicadores hasta el ejercicio fiscal 2026.
Consecuencias de no reportar ESG
No reportar sostenibilidad ya no es una omisión trivial. Las repercusiones pueden incluir: Pérdida de contratos importantes que requieren prácticas responsables. Exclusión de licitaciones públicas o privadas con criterios de sostenibilidad. Descalificación por parte de bancos y grandes inversores que buscan socios responsables.
El mercado se desplaza hacia una economía donde la sostenibilidad es clave; no tener reportes coloca a las empresas en desventaja frente a la competencia.
Pasos para las empresas
Las empresas deben actuar de inmediato, comenzando con un diagnóstico de su situación ESG. Se deben considerar:
- Datos disponibles: ¿Qué indicadores puedes medir?
- Modelo de negocio: ¿Incorpora alguna dimensión social o ambiental?
A partir de esto, es crucial desarrollar una estrategia de sostenibilidad alineada con los indicadores exigidos por la NIS B-1. Esto no solo previene sanciones, sino que también puede abrir oportunidades como mejorar la reputación y acceder a nuevos mercados.
Hacia una cultura de sostenibilidad
La responsabilidad social empresarial en México está evolucionando de lo voluntario a lo regulado. Las NIS son el primer paso, y vendrán más regulaciones. La CNBV y otros reguladores aclararán cómo implementar estas normas en sectores específicos.
Este nuevo marco normativo es un desafío, pero también una oportunidad para transformar los negocios en México.



