Covid-19: imponiendo retos para conmemorar el Día Mundial de la Alimentación
Hemos atestiguado perturbaciones como situaciones climáticas extremas que están entre los principales factores de los recientes aumentos del hambre a nivel mundial. Sin embargo, en este 2020, enfrentamos un nuevo elemento perturbador: El nuevo coronavirus.
¿QUÉ DIAGNÓSTICO NOS OFRECEN LOS ORGANISMOS E INSTITUCIONES?
Casi 690 millones de personas padecen hambre, 10 millones más que en 2019 según la FAO. La pandemia de COVID-19 podría añadir entre 83 y 132 millones de personas a esta cifra, dependiendo del impacto económico; es decir, alrededor de 800 millones de personas.
En mayo pasado, el CONEVAL (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social) advirtió que el total de personas en situación de pobreza por ingresos (las personas cuyo ingreso es insuficiente para adquirir una canasta alimentaria, bienes y servicios básicos), podría incrementar, entre 7.2 y 7.9 por ciento (entre 8.9 y 9.8 millones de personas). Así mismo, afirmó que el número total de personas en situación de pobreza extrema por ingresos (las personas cuyo ingreso es insuficiente para adquirir una canasta alimentaria) también crecería entre 4.9 y 8.5 por ciento, es decir, entre 6.1 y 10.7 millones de personas.
El Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) publicó que uno de cada tres mexicanos tuvo experiencias de inseguridad alimentaria durante la emergencia sanitaria por coronavirus, de acuerdo con la “Encuesta Nacional de Características de la Población Durante la Epidemia” (ENSARS-CoV-2) realizada por dicha institución.
El Banco Interamericano de Desarrollo concluye que la evidencia reciente sobre el impacto de la pandemia sugiere que los cierres de empresas y pérdidas de empleo afectan al 60 % de las familias de bajos ingresos.
“Lamentablemente, si continuamos con esta tendencia, nuestra región será más pobre, estará más endeudada y tendrá peores disparidades después de la pandemia por lo que es más necesario que nunca la promoción de un crecimiento inclusivo y sostenible”, dijo Eric Parrado, economista Jefe y Gerente General del Departamento de Investigación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Incluso, investigadores del EQUIDE (Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad) de la Universidad Iberoamericana, sugieren que las afectaciones en empleo, ingresos y seguridad alimentaria de los hogares podrían llevar a la pobreza a 76.2 % de la población.
LAS OSC RESPONDEN
Las organizaciones de la Sociedad Civil están dando la cara en múltiples frentes en medio de la crisis, veamos lo que opinan dos protagonistas:
María Teresa García, Directora de la Red de Bancos de Alimentos de México, que opera con 55 Bancos de Alimentos en el país, compartió una reflexión motivada por el hecho de que el Padrón de beneficiarios de la Red pasó de atender a 1,400,000 personas en enero a 2,100,000 personas en junio: “Nos encontramos ante el mayor reto de inseguridad alimentaria en la historia de nuestro México moderno, las proyecciones nos indican que el reto es enorme. Hay que accionar de manera intersectorial con medidas efectivas y usar modelos probados y fortalecerlos para llegar a más personas”.
Mariana Jiménez Cárdenas, Gerente de Relaciones Institucionales de Alimento para Todos, IAP, concluye que “Nos encontramos ante el mayor reto de inseguridad alimentaria en la historia de nuestro México moderno. Los niveles de pobreza extrema y carencia alimentaria, no tienen precedentes. Hay que accionar de manera intersectorial con medidas efectivas y usar modelos probados, como el de los Bancos de Alimentos, y fortalecerlos para lograr que más personas cubran su derecho a la alimentación”
