Bank of America rumbo a cero emisiones para 2050 e inversión para soluciones sustentables
Bank of America anunció su compromiso para alcanzar la meta de cero emisiones en todas sus operaciones y cadena de suministro para 2050.
La compañía bancaria había sido objeto de críticas por parte de grupos ambientalistas e inversores por financiar proyectos altamente contaminantes. Para 2023, la empresa espera lograr las cero emisiones operativas.
El banco aumentará su asignación de capital a sectores con bajas emisiones de carbono, incluidos bioenergía, energía renovable, hidrógeno limpio, soluciones basadas en la naturaleza, conversión de residuos en energía, tecnología agrícola ecológica y captura, uso y almacenamiento de carbono. También aumentará la financiación para mejorar la infraestructura del agua.
En un comunicado, la entidad apuntó que adopción de soluciones bajas en carbono, incluida la construcción de edificios eficientes en el uso de recursos, energía renovable, transporte sostenible como vehículos eléctricos e infraestructura de carga y agricultura eficiente en recursos”.
Los nuevos objetivos climáticos del banco se producen después de que se uniera a Partnership for Carbon Accounting Financials (PCAF) el año pasado. PCAF tiene como objetivo desarrollar un estándar de contabilidad global, para su uso en el sector financiero, para mejorar la transparencia de la cartera de emisiones de gases de efecto invernadero atribuidas a las actividades de financiación. Más de 70 firmas financieras importantes, que administran colectivamente más de $ 9 billones de activos, son miembros de la PCAF.
Bank of America afirma que ha estado apoyando el Acuerdo Climático de París desde que fue ratificado en 2015. Pero el reciente informe ‘Banking on Climate Change‘ afirmó que la empresa ha proporcionado miles de millones de dólares al sector de los combustibles fósiles, sin condiciones ambientales adjuntas. En los últimos cinco años. Además de los altos emisores, el banco, al igual que muchos de sus pares en el mercado estadounidense, enfrenta una presión cada vez mayor para reducir la exposición a las empresas con altos riesgos de deforestación y las implicadas en escándalos de contaminación plástica.
